A lo largo del tiempo hemos escuchado distintos mitos y leyendas que hablan sobre la existencia de una fuente para la eterna juventud, seguramente porque para muchas personas es importante preservar un semblante juvenil, tal como sucedió con Erzsébet Báthory, la condesa sangrienta que utilizó a sus aprendices y sirvientes para mantenerse joven. Erzsébet fue acusada y condenada por la muerte de 630 mujeres de entre 9 y 26 años a quienes utilizó para extraer su sangre, bebérsela o para bañarse con ella, pues creía que de esta manera lograría la eterna juventud.
Un sinfín de historias similares han surgido al respecto, no obstante, en la actualidad ya existen métodos médicos que aseguran haber encontrado la fuente de la eterna juventud. ¿Alguna vez habías escuchado sobre la parabiosis? Se refiere a un tratamiento costoso que consiste en extraer sangre humana de jóvenes para inyectársela a personas que desean recuperar un aspecto juvenil. Quienes se han expuesto a dicho método estuvieron dispuestos a pagar hasta 8 mil dólares por cada sesión.
Aunque pareciera una estrategia nueva, se encuentra muy alejada de ser una innovación, pues ésta es una técnica quirúrgica con más de 150 años de antigüedad y se basa en unificar la circulación sanguínea de dos seres vivos. La palabra proviene de los vocablos griegos: “Para”, que significa junto y “Bios” que hace referencia a la vida. La parabiosis tiene como objetivo imitar las circunstancias que se manifiestan en la naturaleza tal como la circulación de sangre que existe entre los gemelos siameses o los fetos que comparten la misma placenta.
Desde hace algunos años se llevaron a cabo distintos experimentos en varios animales. La técnica de la parabiosis dio como resultado ciertos descubrimientos en el área de endocrinología, biología tumoral e inmunología. Cabe destacar que dichos hallazgos ocurrieron hace más de 35 años, y a pesar de esto, desde el siglo pasado se interrumpieron los estudios de la parabiosis.
En 1956, Clive M. McCay, gerontólogo estadounidense, realizó un experimento en la Universidad de Cornell que consistió en combinar el torrente sanguíneo de dos ratones: uno joven y saludable, con otro viejo y enfermo, al mezclar su circulación el ratón viejo manifestó un proceso de envejecimiento de manera inversa, demostrando que la técnica tenía resultados positivos. No obstante, alrededor de los años 80 se optó por abandonar dicho método quirúrgico.
Un estudio en 2004 efectuado por Amy Wagers, investigadora del departamento de células madre y biología regenerativa de la Universidad de Harvard, dio a conocer que la proteína GDF11 se relaciona con la probabilidad de retardar el envejecimiento en ratones, a partir de entonces el prestigioso M.D. Anderson Cancer Center de Houston comenzó a experimentar para encontrar la manera de prolongar la vida.
Hace un par de años la Startup californiana Ambrosia retomó las investigaciones relacionadas con la parabiosis. La compañía de Peter Thiel se dedicó a la donación de plasma y transfusiones de sangre de personas jóvenes para retrasar el envejecimiento. Además, en 2017 puso en operación un protocolo experimental que pretende lograr el éxito de la transfusión del torrente sanguíneo entre personas jóvenes y pacientes con Alzheimer.
No sólo se trata de recuperar la juventud, también se cree que el progreso de una enfermedad puede reducirse gracias a determinadas células madre que los jóvenes pueden aportar a las personas que tengan enfermedades crónicas. La crítica ante el método de la parabiosis se ha hecho presente no sólo por la manera en la cual se ha planteado, sino también porque Peter Thiel ha declarado en varias entrevistas y conferencias que resulta absurda la idea de tener que morir cuando se es un multimillonario, y se vuelve más turbio su propósito debido a que alrededor de 200 millonarios han sido capaces de pagar por sangre de jóvenes, los cuales se benefician con $50 dólares por cada donación que realizaron.
El proceso que la compañía Ambrosia consiste en que donadores sanos y menores de 25 años realicen donaciones de plasma sanguíneo a personas saludables, mayores de 30 años pero menores de 80 años, después de ello los investigadores monitorean el comportamiento de la sangre durante los dos años posteriores a la trasplantación, así pueden detectar el comportamiento de los indicadores moleculares de salud y envejecimiento. El estudio debe ser financiado por el beneficiario, el costo aproximado es de 8 mil dólares. Este pago permite que una persona se vuelva acreedora del tratamiento sanguíneo.
Las gente que paga por dicho tratamiento se somete a determinadas revisiones que se relacionan con los síntomas del envejecimiento y con los órganos principales del cuerpo. Se cree que las transfusiones de células jóvenes contienen proteínas que ayudan a mejorar la función celular, además de incitar al cuerpo que los recibe a potenciar la producción de dichas proteínas.
El empresario Peter Thiel ha destinado millones de dólares y no únicamente a Ambrosia, también a distintas empresas que se dedican a explorar la medicina antienvejecimiento,
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Para lograr un semblante joven no necesitas gastar miles de pesos, pues algunos alimentos te ayudarán a conseguirlo, además algunos trucos de bella te permitirán aparentar menos edad.