Este artículo fue originalmente publicado por Walter Ocampo el 15 de agosto del 2016.
En los últimos años, gracias a las redes sociales, hemos visto surgir un movimiento de un pequeño sector de la población: los childfree o los Sin hijos por elección, quienes (como su nombre lo indica) son personas que están decididas a no tener hijos nunca, pues celebran su vida independiente o con pareja pero sin sentir la necesidad de procrear.
“Ola que se fundó como respuesta a las protestas pronatalistas que se presentaban en las marchas para la liberación femenina de esa época”.
Hay que señalar que este movimiento no es nuevo, ya que en 1972 nació en Estados Unidos la National Organization for Non-Parents (Organización Nacional Para Los No-Padres), del que siguieron varias organizaciones más, además de campañas para concientizar a la personas sobre el tema; ola que se fundó como respuesta a las protestas pronatalistas que se presentaban en las marchas para la liberación femenina de esa época, como personas que estaban en contra del aborto, en contra de anticonceptivos y a favor de la reproducción humana entre un hombre y una mujer exclusivamente.
Las bases de la ideología vienen ligadas a la opresión femenina, la salida del yugo del matrimonio por tradición y la preocupación de este sector por la sobrepoblación que existe en el mundo. De esto parten muchas otras razones por las cuales no se desea tener hijos: edad, educación, bienestar económico, asexualidad, pedofobia (miedo a los niños), posibilidad de enfermedades genéticas, antinatalismo o el simple deseo inexistente de concebir.
“Las tradiciones latinas poseen la creencia de que no formar una familia al llegar a cierta edad te convierte en una persona incompleta”.
Lo interesante del movimiento es que en la actualidad ha llegado con fuerza a Latinoamérica, donde su población, por creencias religiosas o sociales, el núcleo familiar representa el epicentro de la vida de las personas, pues las tradiciones latinas poseen la creencia de que no formar una familia al llegar a cierta edad, te convierte en una persona que no tiene fortuna en la vida, incompleta o que se estás perdiendo de una grandiosa experiencia al no hacer crecer la familia.
Comunidades como “Childfree – Libre de hijos” han juntado en Facebook seguidores de varios países latinoamericanos (Colombia, México, Venezuela, Perú, etc.) que mediante publicaciones, con un sentido de humor a veces negro, logran un punto de encuentro de ideas similares, en las que se discute la felicidad de haber tomado la decisión de no tener hijos y la dificultad de afrontar a una sociedad que pone la procreación en un estándar más alto que la educación universitaria, o un trabajo bien remunerado. Lo que ha hecho que en México la ideología se refuerce, es la epidemia en los últimos años de los embarazos no deseas en adolescentes, según estudios sobrepasa el 25% en el país; en otras palabras, tres de cada diez mujeres que resultan embarazadas son menores de edad.
Celebridades como Bill Maher, Ellen Degeneres, Dolly Parton y Oprah Winfrey han dejado en claro su negativa de concebir hijos. Incluso, la comediante Jen Kirkman escribió un libro completo al respecto, I can barely take care of myself: tales from a happy life without kids (Apenas me puedo cuidar a mí misma: historias de una vida feliz sin niños), en la que detalla lo fascinante que es tomar la decisión a temprana edad y seguir con la promesa (y las precauciones) para cumplirla. Un factor común entre los miembros famosos de este movimiento es:
“Si ustedes quieren tener hijos, adelante. Pero no dicten cómo nosotros debemos vivir nuestra vida. Libre, sin hijos”.
Cuando se ha encontrado la estabilidad en la relación, a veces lo único que se necesita es hacer cosas que ambos disfruten, por ello te dejamos estas sencillas recetas que les sabrán mejor si las deleitan juntos y viendo Netflix.
También podría interesarte:
No tener hijos ni esposo es la clave de la felicidad
Por qué los millennials no quieren tener hijos
Por qué las mujeres inteligentes no quieren tener hijos