¿Alguna vez te ha pasado que te sientes feliz y no tienes problemas, pero algo en el fondo te hace sentir inseguro, como si supieras que la felicidad se te puede escapar en cualquier momento? A menudo tenemos la idea que la felicidad es algo inalcanzable, que depende exclusivamente de nuestros logros externos o que no tenemos la capacidad de ser felices. En muchas ocasiones nos es imposible ver que podemos atravesar los momentos difíciles en paz y con dicha, pues en realidad todo depende de cómo miremos la situación y qué herramientas hayamos desarrollado para enfrentar cada reto.
Vayamos a lo concreto: sabemos que todo es una cuestión de práctica, de ser muy amorosos con nosotros mismos para animarnos a hacer pequeños ejercicios diarios que nos ayudarán a aferrarnos a esa felicidad. Así como vamos a trabajar o a estudiar, así como dedicamos tiempo, atención y esfuerzo a nuestras actividades cotidianas, del mismo modo debemos tomarnos un momento cada día para “entrenar” a nuestra mente y que no deje escapar las cosas buenas que la rodean. No será sencillo, pues esto requiere constancia y paciencia; pero puedes comenzar con estas cinco palabras que te prepararán para enfrentarte a cualquier tropiezo en tu camino hacia el bienestar.
1. Aceptar
Palabra poderosa, clave, fundamental. ¿Y qué significa? Es aceptar la situación tal cual, gastamos mucha energía en luchar para que las cosas sean diferentes, para que siempre sean como nosotros queremos. Y así se nos va el día, el año, la vida; luchando contra algo que sabemos no podemos controlar. Las cosas simplemente suceden, y frente a eso la actitud de aceptar es el primer paso para mejorar lo que sea que no nos guste de eso que nos ocurre.
2. Sentir
Palabra polémica, incómoda. Nos enseñaron exactamente lo opuesto: no sentir, tapar, fingir que nada nos afecta. ¿Y qué sucede cuando hacemos esto? Empezamos a llenarnos de estrés, y esa situación difícil que nos cuesta aceptar se hace más grande, porque claramente hay una carga emocional que está detrás y no fue liberada. Por eso muy importante preguntarnos “¿qué estoy sintiendo?”.
3. Mover
Palabra amorosa que nos permite vaciarnos, fluir con las emociones y darnos el espacio para enojarnos, entristecernos, alegrarnos. En ese movimiento aceptamos lo que nos sucede internamente. Por ejemplo, si estoy triste, lloro; si estoy enojado, tomo un cojín y grito hasta que la sensación se haya ido; si estoy alegre, bailo, canto, río.
4. Soltar
Palabra muy popular que a veces se confunde con “nada importa”. Esto no es así, con esta acción nos referimos a que una vez que realizamos los pasos anteriores debemos soltar los pensamientos repetitivos que ya no tienen carga emocional, para no alimentarlos y poder estar presentes en nuestro aquí y ahora.
5. Elegir
Palabra que implica mucha responsabilidad, pues estamos acostumbrados a ser víctimas de lo que nos sucede. Al apreciar y agradecer la situación tal cual es, nos convertimos en creadores, vemos qué podemos mejorar, qué opciones tenemos, qué elegimos. Y así la vida se vuelve un desafío permanente, pero en nuestras manos está la posibilidad de vivir de una manera más plena, disfrutar los momentos sin tantas ideas de cómo deberían ser. Este último paso sólo se logra cuando hacemos los anteriores. Para poder elegir debemos aceptar, sentir, mover y soltar previamente.
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Dicen que la felicidad debe de ser un hábito, no un estado de ánimo. Para llegar a ella te compartimos las lecciones de un filósofo para conseguir la felicidad absoluta.
