Te dolió verlo con alguien más, ¿cierto? No lo esperabas, no imaginaste que tan pronto él ya estaría con ella después de que terminaron. El mundo se te vino encima, tu sangre hervía y tu corazón palpitaba como nunca antes. Querías desaparecer, querías que todo fuera un sueño, querías que en ese momento tú dejaras de sentir todo el amor que aún te quedaba. Después llegaste a casa, te recostaste en tu cama, tomaste tu celular y la buscaste en todas las redes sociales; viste absolutamente todas sus fotos, sus publicaciones y hasta su información. Analizaste su forma de escribir, sus poses, y sus gustos; la observaste de pies a cabeza. Y entonces, en ese momento te preguntas: ¿qué es lo que tiene ella no tengo yo?
Es cierto que esta pregunta va a rondar por tu cabeza mucho tiempo más y que va a doler cada vez que te la hagas, sin embargo, nunca tendrás la respuesta. No puedes comparte toda la vida. Duele profundamente ver a la persona que amas con alguien más, es verdad, pero si te amas a ti misma, no tiene por qué afligirte qué es lo que tiene ella y tú no.
Todas las mujeres tienen su encanto, y no se trata de una competencia para ver quién es mejor que quién. Lo mejor es que trabajes en tu seguridad y en tu amor propio, eso te hará sentir mucho mejor. No es tu culpa, no tuvo nada qué ver contigo. Esto es parte de la vida y del amor. Sólo es hora de que dejes de juzgarte y de pensar por qué se quedó con ella y no contigo, porque para empezar, tú ni siquiera debes ser una segunda opción.
Tú solamente eres tú. Así, amable, natural, inteligente, fuerte y cariñosa. Y, con el tiempo, llegará esa persona que valore cada partícula que conforme; mientras, debes hacerlo tú. Tú debes amarte tal cual eres. Debes aceptarte y protegerte. Mira, ubica cada característica tuya y abrázalas a todas, sin importar si son virtudes o defectos. Ve lo grandiosa que eres y créelo de verdad. Confía en ti porque no tiene nada qué ver con ella, o con él, o con quien sea, tiene qué ver cómo te miras solamente tú.
Vamos, elimina ya esa pregunta que te está matando, elimina las dudas y las comparaciones. Te haces daño, te debilitas y te convences de que cualquier persona puede valer la pena mucho más que tú. Es mejor que te centres en ti y en todo lo que te hace bien. No será de la noche a la mañana, por ello, tienes que admirarte poco más cada día, para que, por fin, llegue el momento en el que dejes de preguntarte qué es lo que tiene ella y que no tienes tú.
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