El ritmo de vida, los quehaceres cotidianos y los pendientes a los que nos enfrentamos día con día son un obstáculo que convierte en una misión imposible cambiar nuestro estilo de vida o quizá en realidad, eso es lo que creemos.
Más de una vez nos hemos propuesto cuidar nuestro cuerpo ya sea por vanidad o por salud, pero nos negamos a seguir las estrictas normas que convierten a nuestro paladar en un filtro insípido con tal de lograr nuestro objetivo. Aunque está comprobado que los antojos traicioneros que rezagan nuestra voluntad ante una buena alimentación son provocados porque tu cuerpo está pidiendo algo que créeme que no son chocolates, botanas, donas ni dulces.
Sin embargo, es bien sabido que a lo largo de los años, cientos de nutriólogos han confirmado que para tener el cuerpo que deseas, aquél saludable y que te permita lograr lo que te propongas, no es necesario dejar de comer, pues el efecto será totalmente contrario. El cambio realmente implica modificar los patrones de comportamiento simple y naturalmente, hábitos que por pequeños que parezcan, hagan una gran diferencia.
_
Reduce tu rutina de ejercicio
Crees que pasar horas y horas en el gimnasio hará prosperar los resultados, pero ése es un gran error. Desde luego que no es malo hacer mucho ejercicio, pero según datos del American College of Sport Medicine (ACSM) basta con 150 minutos de actividad física a la semana para comenzar a ver resultados; pese a ello, si prefieres dedicarle más tiempo, te recomendamos reducir tu rutina de ejercicio y seccionarla en series de 10 minutos con un descanso respectivo entre ellas. Siempre valdrá más un ejercicio bien ejecutado que muchas horas, pero mal aplicado. Te sentirás más ligera y llena de vitalidad.
_
Bebe agua
Deja atrás los refrescos, café y bebidas azucaradas en exceso, incluso, los jugos de fruta natural porque éstos aportan más azúcar que si consumes la fructosa directamente. Lo ideal es que cuando tengas sed recurras a lo más sencillo: tomar un vaso de agua simple. Tu cuerpo lo agradecerá.
_
Come más frutas y vegetales
Existen ensaladas que puedes preparar de manera rápida y práctica para combinar sabores, logrando así un platillo que además de saciar tu antojo, aportará las sustancias realmente necesarias para tu cuerpo. Ve incluyendo este hábito de menor a mayor cantidad y sin que te des cuenta se convertirá en parte de tu rutina diaria.
_
Come cereal
Existen cereales deliciosos con las que puedes calmar el antojo que surge cuando menos lo esperas, por ejemplo, el nuevo Müsli™ de Kellogg’s® que te ayuda a satisfacerlo de forma natural. Además, contiene frutas, nueces y granos enteros para saciar tu apetito sin remordimientos. Lo mejor de todo es que lo puedes consumir para sustituir todos aquellos alimentos que contienen calorías de más, por otros que en realidad aportan algo bueno a tu cuerpo.
_
Limita la cantidad de sal
Abusar del consumo de sal puede traerte consecuencias fatales que están directamente relacionadas con problemas circulatorios, por ende, afectan también a tu corazón. Así que reduce la cantidad de sal que incluyes en tus alimentos o definitivamente evítala.
_
No te saltes el desayuno
El desayuno es vital para tener un buen rendimiento a lo largo del día, pues durante la mañana los niveles de glucosa son muy bajos y hay que reponerlos, ya que ésta es la fuente de energía a la que nuestro cuerpo recurre para realizar tus actividades satisfactoriamente.
Cuando desayunas a la hora correcta y con alimentos igualmente nutritivos, evitarás situaciones de sobrepeso porque, aunque no lo creas, existe mayor riesgo de engordar cuando omites el desayuno que cuando comes de más.
_
Duerme bien
A veces no se le da la importancia que en verdad merece a este aspecto y es que tener el hábito de dormir mínimo ocho horas al día repercute a nivel físico y psicológico, situación que finalmente se ve reflejada en tu calidad de vida y desde luego en tu cuerpo.
Comer no significa llenar el estómago, significa sentirte satisfecho por todo lo que le diste y cuando te decides a emprender el camino para lograrlo, formas hábitos por medio de pequeñas acciones que te ayudarán a alcanzar la meta del cuerpo sano que tanto anhelas de forma nutritiva.
Desde hace más de 100 años, Kellogg’s® se ha posicionado como un emblema en el tema y en esta ocasión te invita a demostrarte a ti mismo que puedes comer nutritivo y delicioso, ayudándote a lograr el cuerpo que quieres en tan sólo 21 días. ¿Cómo? Uniéndote al reto #PequeñosCambios para formar mejores hábitos, lograr una alimentación balanceada, complementar tu rutina de ejercicio y quedarte tranquilo porque le diste lo mejor a tu cuerpo.
En dicha dinámica tendrás la oportunidad de mandar las fotos de tu progreso para que seas uno de los 21 participantes seleccionados y aparecer en un video oficial de Kellogg’s®, convirtiéndose así en un ejemplo e inspiración para más personas que como tú, quieren un estilo de vida saludable.
Súmate, prueba Müsli™ y satisface tu momento de forma natural.