Entregar el corazón es una aventura a la que te arriesgas una, dos, diez o quince veces en la vida, todas las que lo requieran, o con las personas que creas que lo merecen. Y es que lo entregas incondicionalmente, sin esperar algo a cambio, así sin condiciones porque amas con el alma entera, amas con fuerzas y con ganas. Por eso, y no decimos que éste mal, es más problema que te duela cuando rompen tu corazón. Sin embargo, esto no es motivo para que dejes de creer en el amor, tú sigues enamorándote y entregándolo todo cuando crees que puede valer la pena; sigues amando profunda e intensamente y, por eso, eres una persona sumamente especial.
Cuando te rompen el corazón sabes que no es impedimento para volver a enamorarte, para volver a armarlo y entregarlo de nuevo. Sabes que la vida debe continuar y que el amor no termina sólo por una persona que no supo valorarte. Esta experiencia te hace más grande, te hace madurar y, por supuesto, a ser más cuidadosa. Pero nunca te limita a sentir, a tener esas sensaciones en todo el cuerpo que te emocionan, que te hacen sonreír, que le ponen brillo a tus ojos.
Sabes que reponerte no es fácil y que la cicatrización es lenta y, a veces, dolorosa, pero es que la vida debe continuar su curso. Entonces continuas y, cuando crees que es hora, vuelves a entregarte; sabes aceptar tus errores y aprendes de ellos, amas con madurez y sabes que entregarlo todo y que si no funciona es parte de la vida.
Ya no tienes miedo del amor, amas con cada fibra de tu cuerpo, con cada parte de ti; con todo tu corazón. Y, siendo sinceros, eso te vuelve alguien que vale totalmente la pena; quien te tenga a su lado debe valorarte y amarte tan fuerte como seguramente lo haces tú.
Que hayas tenido el corazón roto no siempre es una mala señal, en algunos casos habla mucho mejor de ti, de que no hay duda, eres una persona que ama profunda e intensamente.
VER MÁS:
Siempre me disculpaba por cosas que no hacía, llegó un límite y me fui para no volver.
Cómo fue ver al amor de mi vida de la mano del amor de su vida.