“La pasamos muy bien y más importante aún, siempre pusimos a los niños al frente. Soy muy afortunado”.
No voy a negar que nuestra relación de cuatro años fue hermosa y por ello siempre te voy a querer y apoyar en todo lo que hagas. Porque he de decir que eres una mujer maravillosa que admiro por esforzarse cada día en trabajar mucho en cada proyecto personal o compartido.
Aunque estuvimos apunto de casarnos y darnos el “sí” frente al altar, recuerdo con cariño el día que aceptaste comprometerte conmigo y aceptaste ciegamente a mis dos hijas, convirtiéndote así en la mejor madrastra que pudieron tener.
Eres el ser humano más talentoso que he conocido y agradezco que sigamos siendo los mejores amigos pese a lo que escuchaste sobre una supuesta infidelidad de mi parte, pese a que termináramos y pese a que borráramos todo rastro de nuestra historia en redes sociales.
Entiendo que ahora estás feliz con alguien más y hasta estás comprometida, y aunque me duele verlo, acepto que para mí lo más importante fue el amor que dimos a nuestros hijos mientras estuvimos juntos. Yo fui un buen padre para tus hijos y tú fuiste una gran madre para mis hijas.
La vida es buena. Soy muy afortunado. Me despierto todas las mañanas y agradezco a Dios por mi salud y por mis hermosas hijas. Ese es mi enfoque número uno en la vida.
Sabes, mi padre nos dejó a mí, a mi madre y a mis dos hermanos cuando yo tenía solo 10 años. Y recuerdo que cuando era joven oraba y decía: “Dios mío, si alguna vez me das la oportunidad de ser padre, esa será mi responsabilidad número uno en la vida” Y precisamente ha sido el regalo más grande, así que es lo único que me importa y me mantiene fuerte.
Somos seres humanos y así como nosotros somos los mejores amigos, también lo soy con mi otra ex, con quien convivo constantemente junto a su ahora esposo y nuestras bellas hijas. La vida es muy corta como para estarse peleando con los que más quieres...
Podría interesarte