Ayer, el día se nubló, te diste cuenta que en el camino las piedras no se iban a quitar y que de alguna manera tu perspicacia iba a traer consigo un nuevo aliento. Buscaste motivación donde antes la encontraste, en un baúl de recuerdos, sonrisas y nostalgia, pero no hallaste nada. Ahí, sentado frente a la ventana descubriste que debías revolucionar tu vida, dejaste atrás los pensamientos negativos y cuando menos te diste cuenta surgió en ti una idea, un nuevo plan.
La pasión a veces se confunde con furia, gritos, cólera, mofas extremas, risas incontrolables y palabras que salen del corazón; sin embargo, nadie puede negar que antes de llegar a ese punto, primero tuviste que haber llenado un hueco, debiste estar frente a la tristeza y vencerla en un duelo a muerte. En esos momentos –cuando armas un plan o un nuevo proyecto– sales de la penumbra, te alzas e imaginas que eres parte de una película de ficción donde el personaje principal sobrevuela la ciudad, casi como si estuviera conquistándola.
En la Antigua Grecia, los dioses no eran una representación cien por ciento imaginaria, ellos mismos cometían errores y mostraban su cara más humana y mortal, eso hacía que todos se identificaran con ellos. Lo único que los diferenciaba de todo aquél que no pisaba el Olimpo, era su increíble habilidad para adquirir poder divino. Si lo vemos desde esta perspectiva: el poder es felicidad, la felicidad es placer y el placer absoluto sólo lo ostentan unos cuantos. Por eso, los hábitos de las personas apasionadas también son sus placeres, planes, misiones y proyectos; juegan a ser dioses en su propio Olimpo.
Aquí te mostramos todo lo que hacen y nunca lo dicen porque su placer no necesita ser anunciado, simplemente se percibe:
Se abren con todo tipo de personas
Una persona apasionada no teme decir lo que siente o piensa, aun cuando está frente a un desconocido. De hecho, logran abrirse con la gente y esto hace que sean más sociables, frescos y aventureros; de alguna manera siguen el principio esencial del hedonismo: conseguir el placer sensorial e inmediato en todo tipo de situaciones.
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Prestan atención a cada detalle
La perfección no es una obsesión que se busca con ansías o desesperación. Al contrario, son pacientes con los detalles y vislumbran cada día el paso siguiente, el plan que sigue. Mucha gente podrá tacharlos de sublimes o incluso, atentos, sin embargo, ellos sólo actúan como les dicta su gran impulso, lo cual hace que las personas se fijen en ellos siempre.
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Disfrutan ser filantrópicos y empáticos
No se acercan ni un poco a irradiar egoísmo, si tienen ciertas facilidades que la vida les ha brindado, las comparten. Defensores de las buenas causas y férreos combatientes contra las injusticias, también desconocen el comportamiento de una persona que pretende retarlos porque para ellos el mayor placer de todos es que los vean centrados, sensibles y equilibrados.
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Pueden resolver cualquier conflicto
Cualquier persona sucumbe ante un momento de presión. Todos hemos vivido algo parecido: recibes una noticia mala y parece que el mundo se viene encima, te arrolla y te pasa por encima; sin embargo, alguien apasionado mantiene la calma y razona, piensa antes de actuar y propone soluciones. Ese hábito le fascina, ya que su ego crece y por ende, eso le causa más placer.
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Sólo saben improvisar
En esos momentos donde todos se quedan callados y estupefactos ante el embate de una situación incómoda e irreversible, salta una sola persona, aquélla que porta una flama en su corazón; una pasión exquisita. Suelta una idea y te saca de un apuro, te ayuda y cuando le preguntas cuál es su secreto te dice que no sabe cómo lo hizo, simplemente abrió sus labios y la magia salió. Ahí –si conoces a alguien así–, sabes que puedes estar rodeado de confianza y animosidad.
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Arman un road trip en cinco minutos
Por ser sumamente aventureros y tener una habilidad increíble para armar e improvisar cualquier plan, las personas apasionadas no temen salir de la ciudad en su auto acompañados de los que más aprecian en el mundo. Arman un road trip hacia la playa, un pueblo o lugar que en su ciudad es sumamente trendy; les encanta explorar, probar y complacer a quien está a su lado. Podría decirse que todo mundo quisiera un compañero así.
Retomando el hedonismo y la búsqueda de placer en todo momento, es imposible no reflexionar la siguiente pregunta: ¿puede alguien ser tan apasionado durante toda la vida? A veces perdemos los estribos o nos desesperamos por un acontecimiento desilusionante, pero cuando salimos de ese embrollo solemos alcanzar la máxima de las glorias. Así que la respuesta es sí, una persona que vive con pasión sabe que sólo puede darse el lujo de tener todos aquellos placeres a los que pocos tienen acceso, como el nuevo Renault Clio.
https://www.youtube.com/watch?v=Ar4aX39SkrM
Quizá suene curioso que un auto pueda causar tantos niveles de placer, pero el Renault Clio lo logra y aquí la explicación: es un auto apasionado e irreverente, diseñado para personas que piden elegancia; con él te vuelves más auténtico de lo que ya eres y con los hábitos enunciados anteriormente darás el salto de calidad que te hará sentir como un verdadero dios del Olimpo. ¡Déjate llevar por la seducción!
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