La salud ocular es más importante de lo crees –si sufres miopía y/astigmatismo lo entenderás– pues con el paso de los años pueden surgir padecimientos bastante graves o incluso irreversibles como paperas, blefaritis o conjuntivitis. Es muy común que, al menos, una vez en tu vida, hayas tenido un derrame en alguno de tus ojos, sí, como una manchita roja que sobresale. Es importante que sepas que estos derrames a veces suelen ser graves y a veces no, sin embargo, es de suma importancia que consultes a un especialista para que te dé un mejor diagnóstico y el tratamiento adecuado.
A continuación te explicamos los 3 tipos de derrames que te podrían provocar esa manchita roja en tu ojo; algunas no complican tu estado de salud, aunque sí necesitar de atención médica con rapidez.
1. Hipemia
Se trata de una acumulación de sangre entre tu cornea, tu pupila y tu iris, que incluso podría afectar a los dos últimos. Es una afección poco común, pero en caso de que la padezcas, puede producirte dolor y bloqueo de la vista. Es importante que te atiendas cuanto antes porque en los peores de los casos, podrías perder la visión completamente.
2. Derrame subconjuntival
Es un padecimiento inofensivo y sucede cuando tus vasos sanguíneos más pequeños se rompen o son lastimados, así, tu sangre se queda atascada entre tu conjuntiva, una mucosa que cubre la parte blanca de tu ojo, y el órgano. Si sufres este derrame, no corres el riesgo de que surja algo más grave ya que desaparece de manera natural después de una semana.
3. Hemorragias internas de tu ojo
Estas hemorragias no las puedes ver porque se encuentran dentro de tu ojo, pero en distintos casos sí puede haber una acumulación de sangre en tu cornea o una ruptura de los vasos sanguíneos lo que haría que tu ojo enrojezca.
No los tomes como padecimientos insignificantes, recuerda que si no los tratas a tiempo, sí podrías tener complicaciones con tu vista.
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