La menstruación, los cólicos y para colmo, dolor en las bubis. Sí, ser mujer es una verdadera maravilla y parte de esto incluyen dolores que experimentamos gran parte de nuestra vida.
Nuestros senos se desarrollan debido al aumento en el estrógeno durante nuestra pubertad. Durante nuestro ciclo menstrual, varias de nuestras hormonas producen cambios en el tejido mamario que nos pueden provocar dolor o molestias; normalmente los senos no deben de doler todo el tiempo, pero si el dolor es ocasional, sí es común.
El dolor en los senos lleva por nombre mastalagia y es una condición muy popular entre nosotras; el dolor se clasifica generalmente como cíclico y no cíclico. El cíclico se refiere a que el dolor está asociado con nuestro ciclo menstrual y tiende a disminuir durante o después del periodo.
El no cíclico puede ser producido por muchas causas, entre ellas lesiones en el seno. Este dolor puede proveer de nuestros músculos o tejidos circundantes que se encuentran en nuestros senos; el dolor no cíclico es mucho menos común que el cíclico, y suele ser más difícil identificar sus causas.
La mastalgia puede variar según su intensidad, desde un dolor agudo hasta un ligero hormigueo. Incluso algunas mujeres podemos experimentar sensibilidad, o que nuestros senos se sientan más pesados de lo habitual.
1. Fluctuaciones hormonales
Cuando nos encontramos en nuestro ciclo menstrual, éste causa fluctuaciones hormonales en el estrógeno y la progesterona. Ambas hormonas pueden hacer que nuestros senos se sientan hinchados, con bultos y dolorosos. El dolor puede aumentar dependiendo de nuestra edad, ya que aumenta la sensibilidad a las hormonas conforme vamos envejeciendo; por lo que después de la menopausia es probable que ya no hayan más dolores.
2. Quistes de mama
A medida en el que vamos envejeciendo, las mujeres experimentamos en nuestros senos cambios conocidos como involución. Esto se refiere cuando el tejido mamario es remplazado por grasa; un efecto secundario es el desarrollo de quistes y más tejido fibroso. Todo este proceso se conoce como cambios fibroquísticos o tejido mamario fibroquístico.
3. Lactancia materna
La lactancia es completamente natural en las mujeres, pero no está exenta de presentar dificultades. Por lo tanto, es probable que mientras amamantamos experimentemos dolor.
* Mastitis
La mastitis es una infección que se genera en nuestros conductos lácteos. Esto puede causar dolor intenso, agrietamiento, picazón, ardor o ampollas en los pezones. Otros síntomas son vetas rojas, fiebre y escalofríos. Esta infección tiene que ser tratada por nuestro médico.
4. Dieta
Algunos alimentos que consumimos pueden contribuir al dolor en nuestros senos. Si acostumbramos a consumir dietas poco saludables, como las que contienen grandes cantidades de grasas y carbohidratos refinados, corremos el riesgo de sufrir dolores en nuestras bubis.
5. Preocupaciones extra-mamarias
A veces el dolor de nuestros senos se debe a la irritación de los músculos de nuestro pecho, los brazos o la espalda. Esto es común si nos hemos involucrado en actividades como rastrillar, remar, palear o practicar esquí acuático.
6. Tamaño
Si tenemos bubis grandes o que no estén en proporción con nuestro cuerpo, podemos experimentar molestias en el cuello y en los hombros.
7. Fumar
Cuando fumamos aumentan los niveles de epinefrina en el tejido mamario, lo que puede provocar que nos duelan nuestros senos.
8. Medicamentos
Los antidepresivos, la terapia hormonal, los antibióticos y los medicamentos para enfermedades cardíacas pueden contribuir a que nos duelan nuestras bubis. Si necesitamos tomar algún medicamento pero nos ocasiona dolor, lo mejor es que hablemos con nuestro médico y que nos haga saber si tenemos opciones alternativas que nos convengan.
❁❁❁
Te puede interesar: Trucos fáciles para endurecer tus senos en una semana.
Alimentos que puedes comer para mejorar la apariencia de tus senos.