Debo confesar que toda mi vida he tenido más amigos hombres que amigas. No sé por qué pero siempre que lo digo resulta que es súper común. Sentía que no encajaba con las mujeres, que desde la secundaria y preparatoria era súper complicado tratar con ellas. Sentía que no podía lidiar con críticas y discusiones absurdas como ‘ver feo’ o ‘me dejó de hablar’. Esas cosas conmigo no van. Tengo a una mejor amiga desde hace muchos años que a decir verdad, es la única que sentía me entendía y yo también la entendía a ella.
Pero todo cambió cuando empecé a trabajar. De pronto, sin planearlo, comencé a tener más amigas pero no me daba cuenta hasta que las pláticas a la hora de la comida se volvían ‘de mujeres’ y me sentí diferente. Fue cómodo, en confianza y muy, muy liberador.
En el grupo hay de todo: solteras, casadas, las que aún viven con sus papás y las que comparten departamento con roomies. Homosexuales, feministas y una chica muy muy hippie. Puede sonar extraña esta combinación pero debo decir que fue la primera vez que me sentí en paz con temas que jamás había platicado.
El tema con el que me di cuenta fue ‘la depilación’. Una chica estaba a nada de casarse y pidió opinión de lugares donde podría quitarse los vellitos con cera, una chica le recomendó el lugar al que va desde la preparatoria y decidió llamar ahí, frente a nosotras. Libremente preguntó precios, métodos y hasta zonas. «Solo quiero las piernas, área del bikini y brazos, por favor», dijo. «¿Qué tal está su crecimiento?», le preguntaron. «Grande», respondió con toda confianza. WHAAAAT?! estoy segura que mis ojos estaban muy abiertos. Jamás hubiera pensado que alguien podría sentirse cómoda hablando que el crecimiento de los vellos de sus piernas estaba grande.
Vivimos en un mundo de estereotipos donde según los estándares de belleza las mujeres no tenemos vellos. ¡Qué patada! claro que tenemos y EN TODO EL CUERPO. Mi cabeza estaba todacerrada y no me había dado cuenta.
Luego de la llamada empezó a contarnos que le causó curiosidad que le ofrecieron depilarle ‘entre glúteos’ y preguntó que si alguien lo había hecho. Una de las chicas confesó que se realizó depilación láser hace algunos años, incluso entre glúteos, y que fue la mejor decisión que pudo tomar. Incluso ahí, en medio de la comida, se alzó el pantalón y nos mostró la efectividad del procedimiento en su pierna. Yo estaba muda. Por primera vez veía a mujeres libres hablando de algo tan personal. Mi participación fue «siempre he querido hacerme la depilación láser, ¿cómo es?» y de ahí se abrió otra conversación.
Fue genial. Reímos, resolvimos dudas y hablamos abiertamente de un tema que jamás había tratado. Regresamos a trabajar y me sentí súper cómoda con todas ellas. Creo que por primera vez me sentí parte del apoyo y confianza entre mujeres. Puede sonar súper exagerado pero fue como si me hubiera quitado una venda de los ojos.
¿Por qué es tan liberador hablar cosas ‘de mujeres’ con tus amigas?
☆ Te das cuenta que no eres la única que tiene ‘defectos’, dudas, que pasas por cosas de las que nadie habla y te quitas el estigma de bueno o malo.
☆ Sientes empatía con otras mujeres.
☆ Crece el amor propio al descubrir que es normal lo que creíste que era algo malo. Te hace amar más tu cuerpo tal y como es.
☆ Descubres nuevas formas de tratar cierto tema en tu vida privada. Porque no hablo de solo la depilación y sus mil métodos, también de cosas como menstruación, acné, relaciones e incluso sexualidad, entre otros.
☆ Creas un grupo de confianza donde se puede hablar de cualquier tema.
Fue súper bonito y lo mejor es que me di cuenta del error en el que estaba. No es que no las soporte como creí, es que nunca me había dado la oportunidad de ser parte de este tipo de grupos. Me encanta formar parte de uno tan lindo y empoderador.
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