Es verdad que la felicidad se la construye cada persona, con bienestar físico, mental, emocional, material e incluso profesional. Es un camino individual donde también interviene el amor propio y la disposición a vivir y disfrutar de cada momento que la vida te presente. Sin embargo, tus genes también son parte de esta felicidad, más que una aspiración, este sentimiento podría ser una herencia de tus padres, incluso de tus abuelos.
Sí existe una relación entre la genética y la propensión a ser felices, de acuerdo con varios estudios. En el 2011, un estudio de la revista Nature se dio cuenta de que aquellas personas con el gen 5-HTTLPR registraron mayor satisfacción vital. Por otro lado, un estudio del 2016, relacionó la felicidad con la genética analizando el ADN de casi 300 mil personas, al finalizar, los expertos se dieron cuenta de que existían tres variantes genéticas específicas asociadas al bienestar.
Claro que también mencionaron que el entorno es un factor importante que influye a la hora de medir el nivel de felicidad o satisfacción de las personas. De hecho, éste influye hasta un 60 por ciento dependiendo condiciones materiales, relaciones sociales o expectativas de progreso, de acuerdo con Susan Zinn, una prestigiosa terapeuta californiana, incluso recalca que la genética posee una probabilidad de influencia en el estado de ánimo en general de un 40 por ciento, el otro 60 pertenece al estilo de vida y entorno.
Zinn menciona que existen tres tipos de felicidad, el primero está relacionado con el nivel de satisfacción que sientes por tu vida, está compuesto de emociones positivas basadas en experiencias pasadas, en el presente y en la proyección que tienes del futuro. De este modo, la experta menciona que el pasado influye más de lo que crees, pues, por ejemplo, las personas que han sufrido traumas tienen más probabilidades de visualizar un futuro más negro.
El segundo nivel de felicidad es el nivel de compromiso que sientes hacia las cosas que haces todos los días; no sólo en tu trabajo, también en tus pasatiempos o en tus relaciones sociales. Cuando te sientes involucrado en un proyecto desarrollas un espíritu de unión con los demás que ayuda a que comprendas que no estás solo en lo que sueñas y persigues. De ahí deriva el tercer tipo de felicidad, que le des sentido y significado a las cosas que haces.
Siempre habrá situaciones que te hagan creer que la felicidad es inalcanzable, sin embargo, hay otros momentos, personas, lugares, segundos, donde la plenitud viene a ti y, aunque sea por unos minutos, te sientes inmensamente feliz. Es algo incomparable y único, aunque también momentáneo. Si los genes influyen o no en tu satisfacción, intenta crear tu propia felicidad.
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