Por qué los viajes se parecen tanto a la pareja que elegimos cuando decidimos amar

Por qué los viajes se parecen tanto a la pareja que elegimos cuando decidimos amar

Por qué los viajes se parecen tanto a la pareja que elegimos cuando decidimos amar

¿Alguna vez has pensado que la pareja es como ir de viaje? Muchas veces no sabes si la pasarás bien, si habrá percances, si te perderás, o si encontrarás un lugar extraordinario del cual nunca te quisieras ir. Al viajar conoces diferentes costumbres, formas de pensar, comportarse y de expresar. A veces en los viajes lo mejor es planear las rutas y algunas otras improvisar, descubrirás lugares exóticos, otros aburridos, volverás a cruzar por terrenos conocidos en los que observarás detalles diferentes y las sorpresas que te encuentres podrán marcar tu vida para siempre.

Hay viajes en los que encuentras tu lugar ideal para vivir toda la vida, y hay otros en los que sabes deben llegar a su fin, y sólo queda regresar a casa, recordar la bonita experiencia que dejó, dar un tiempo suficiente para descansar, ahorrar energía y esperar a volver a iniciar una nueva aventura. Lo fascinante es que no importa si el viaje sólo dura unos días o un mes, puede estar lleno de experiencias significativas que marquen tu vida, mostrarte diferentes colores, formas, sentimientos y perspectivas de ella.

La diversión en los viajes no se encuentra sólo en llegar al lugar de destino, sino todo el proceso de búsqueda de a dónde ir, cómo llegar, con quién ir, qué lugares visitar o cuánto tiempo estar. Sucede algo similar en la pareja, ya que lo más importante no es sólo consolidar el compromiso por medio de alguna celebración como, lo puede ser, el matrimonio —si lo vemos como un destino para llegar—, sino disfrutar de cada momento a lado de esa persona, cada sonrisa, beso, abrazo, suspiro, mirada y cada sensación por mínima que pueda parecer, ya que las experiencias que vivan durante ese viaje será lo que los lleve a la felicidad, no sólo la culminación de éste.

Lo interesante está en que nunca dejemos de viajar por una mala experiencia, es importante descansar después de cada destino, sanar lo que sea necesario y ahorrar la energía suficiente para emprender una nueva aventura. Yo te preguntaría, ¿a dónde quieres viajar ahora?, ¿qué tipo de viaje quieres emprender?, ¿qué te gustaría conocer?, ¿qué quisieras sentir o vivir?, ¿qué te gustaría experimentar?… Las respuestas a estos cuestionamientos puede que te lleven a una mayor claridad sobre lo que quieres para ti en pareja y también del viaje.

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A veces creemos que sólo existe una sola manera de vivir el amor, pero no ocurre así, por eso te recomendamos las historias de parejas inusuales, reales y legendarias que nos muestran otras formas de experimentar el amor.

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