No hay persona que no se inmute cuando escucha hablar de costumbres como la mutilación genital en diferentes regiones de África y Asia. Sin embargo, la mayoría de quienes muestran este descontento desconocen que aún en occidente hay métodos que igualan e incluso rebasan la crueldad de esta prueba, pues es realizada bajo el desconocimiento de sus víctimas y con unas intenciones similares.
Conocida como “el punto del marido” esta operación se realiza justo después del parto y su principal intención es convertir la vagina en “un sitio más placentero” para los hombres. La mutilación comienza minutos antes del parto con un pequeño conocido como episiotomía; un corte quirúrgico que se realiza en el perineo de quienes tienen partos vaginales supuestamente para que el bebé tenga una salida mucho más fácil.
Si bien no hay evidencias científicas de que esta “ayuda” sea realmente necesaria al menos útil en situaciones normales, la forma de curarla nos hace cuestionarnos si de verdad se realiza a favor de la madre y no como un simple capricho machista con interés sexual, pues la episiorrafia—el punto del marido— recibe su apodo de una turbia historia de poder.
La médica obstetra Melania Amorim firma que la episiotomía es una forma de mutilación genital tan grave como la aplicada a algunas mujeres en Asia y África, pues a pesar de su “nombre médico”, esta incisión no tiene otra intención más que la de satisfacer a los hombres. Después de la episiorrafia, donde se hacen suturas para cerrar la herida, se agregan un pa de puntos más para que la vagina quede un poco más cerrada y apretada.
Además Amorim destacó que la mayoría de los doctores que realizan estas suturas lo hacen sin el conocimiento de la paciente y por consiguiente en contra de su voluntad. Si bien en casos aislados son las mismas mujeres quienes solicitan que se les haga esta “operación”, son convencidas a base de información a medias y sin siquiera tocar el impacto físico y emocional que pueden causar.
El punto del marido es además de una evidente manifestación de violencia en contra de la mujer un procedimiento peligroso que además implica la pérdida de sensibilidad o de hipersensibilización durante el sexo; sin mencionar que mientras cicatriza, cualquier movimiento brusco prohibido podría destruir los puntos. Por ello es necesario advertir a los médicos que un parto natural debe quedarse como tal y sin ningún tipo de “ayuda” externa.
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