A todos nos llega el momento; abrir Facebook y ver una serie de fotos que te hacen pensar que hubo una convención de matrimonios o una boda masiva. Así empiezan las cosas. Comienzas a ver imagen tras imagen y reconoces algunas caras familiares, ves amigos en sus mejores prendas, entregando su amor a la persona (presuntamente) correcta y grandes banquetes que seguro cuestan todo lo que alguna vez soñaste con gastar en libros, películas o discos. Inmediatamente te entran unas ansias dementes por no saber qué decir, si felicitar o no, si reclamar por no haber recibido invitación, si sentir pena o alegría; todo en tu interior se convierte en caos. Esto sin mencionar que un reloj –el cual es totalmente falso– comienza a sonar exasperante en tu cabeza, algo te dice que quizá tú ya tendrías que estar pensando en un vestido blanco o en un traje deslumbrante y “sentar cabeza”, buscando la vía para crear un hogar como el resto de tus conocidos.
“Estar soltero no es una enfermedad ni es una mala decisión. Que las fotos de boda y los comentarios ácidos de la familia sin nada qué hacer no te intimiden”.
Y sí, quizá sea lo que necesitas, pero tal vez no. Es obvio que vivir en pareja y cumplir con los estándares de una celebración enorme, una familia completa y una casa repleta de niños funciona como una presión desmedida en contra de cualquier otra cosa que estés viviendo, pero no te dejes vencer; ese estigma que las personas te adjudican al no pretender siquiera una relación de noviazgo puede generar bastantes problemas en ti, como buscar a alguien sólo porque no quieres ser el rostro de la soltería o acostumbrar citas de sexo casual nada más para ver si existe una persona que se quede contigo después del amanecer. Salvo que nadie lo entiende. Ni uno mismo.
Estar soltero no es una enfermedad ni es una mala decisión. Que las fotos de boda y los comentarios ácidos de la familia sin nada qué hacer no te intimiden; bien lo dice la Dra. Bella DePaulo –psicóloga social y catedrática en la Universidad de California–, estar en una situación de pareja o amor no es garantía de felicidad, salud, prosperidad, popularidad o respetabilidad; es sólo una situación más del hombre y puede o no sucederte. De acuerdo con su trabajo de investigación, existen 23 puntos precisos en los que, de hecho, se puede ir en sentido contrario a esas falsas creencias. Es decir, que la soltería te haga un bien mayor en comparación con esa otra opción que ya ni siquiera mencionaremos.
La experta, para intentar salvarnos de ese terrible juicio obtuso y demostrar los resultados que arrojó su estudio, expone que vivir en soltería puede ser verdaderamente placentero, ya que ésta…
… te permite hacer más ejercicio. Los solteros o los divorciados asisten con más frecuencia al gimnasio o a correr por las mañanas.
… resistes más una herida. Comprobando esto con los soldados o pacientes médicos, una persona soltera se repone mejor tras un accidente.
… no te hace engordar; caso contrario a las parejas estables, que tienden a subir de peso como enfermos.
… reduce tus riesgos de muerte si eres hombre. Con base en estudios de cardiología, los hombres con pareja sufren más infartos que los solteros.
… te hace más saludable si eres mujer. De acuerdo con otros análisis médicos, las mujeres solteras tienen mejores defensas ante la enfermedad.
… hace de tu cuerpo un sistema resistente a casi cualquier déficit porque, en realidad, ocupas mucho tiempo en cuidarlo sólo a él.
… hace que el pene de un hombre sea más sano. Las erecciones o eyaculaciones de un hombre en pareja son realmente pobres en comparación.
… te permite mejores nexos con los amigos. Obvio; tienes mejores fiestas y salidas con ellos al no tener a alguien con quien acurrucarte a ver Netflix.
… mejora tus modales. Los solteros suelen ser más atentos que la gente en pareja.
… afianza tus reuniones familiares. Si estás soltero, es más probable que guardes una buena relación con hermanos o primos en la vida adulta.
… te da las facultades para confiar más en la gente, contrario a lo que la gente cree.
… otorga una mayor disposición para el trabajo colaborativo en ti. Bastante coherente, porque si de la otra manera sólo te acostumbras a ser tú junto con la otra persona, eso no involucra muchas participaciones.
… hace que ahorres más. No hay fiestas ni compromisos de por medio.
… no te permite ser materialista. No estás esperando un regalo cada San Valentín, por muy feo que sea.
… le da valor a tus momentos de ocio, soledad y verdadero trabajo. No te distrae como lo hace el romance.
… no trunca tus metas. Esto no significa que una relación signifique una prisión, pero sí le resta tiempo a proyectos laborales o de afición. Sobre todo si se es hombre.
… te hace apreciar más los silencios y las compañías.
… construye fortalezas más específicas para ser autosuficiente y no quebrarse ante momentos difíciles.
… establece mejores comportamientos en uno mismo para ser la propia fuente de confort y seguridad.
… procura un mejor intercambio de ideas, ayuda y entendimiento con tus padres.
… te enseña a ser generoso con los amigos y a compartir muchas más cosas con la gente que te rodea.
… hace que te preocupes más por la gente que te necesita.
… te convierte en la primera opción para todas esas cosas que la gente usualmente no considera para los que están casados o en pareja porque, bueno… están pasando por eso.
La doctora reconoce que las investigaciones y los resultados absolutos son imposibles, sobre todo si se trata de un fenómeno social y sus sentimientos, pero lo que ella obtuvo, además de las opiniones que de ello pudo emitir, obedece a verdaderas pruebas, investigaciones y consultas en gente que vive ambos lados de la moneda. Para continuar con este camino de dudas y rebeldías, basta con recordar esas 25 cosas que las mujeres solteras están cansadas de escuchar y otras cuantas razones por las que aunque te esfuerces, no pasas de la soltería a una relación.
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Fuente:
Psychology Today