Ayuno intermitente: la absurda dieta para bajar de peso que podría matarte

Ayuno intermitente: la absurda dieta para bajar de peso que podría matarte

Ayuno intermitente: la absurda dieta para bajar de peso que podría matarte

Si escribes en tu buscador “ayuno intermitente”, te encontrarás con muchos resultados en los que se priorizan sus beneficios. Pero como si se tratara de una máscara para promocionarse, esta dieta esconde algunos secretos que más que ayudarte a mantener tu peso y tener un organismo sano, te incitan a dejar los alimentos de modo que este abandono pueda provocarte enfermedades crónicas y degenerativas.

Algunas de ellas son diabetes, anemia, anorexia, neumonía y básicamente cualquiera que se te ocurra, puesto que al no comer o al ingerir muy pocos nutrientes, el sistema inmunológico está expuesto a que cualquier virus, bacteria u hongo se aloje para darle vida a una enfermedad que a su vez, podría derivar en muchas otras. Pero, quizá te preguntes en que consiste esta dieta y por qué decimos que no es recomendable.

Se trata de alternar períodos en los que no comes nada con otros en los que sí puedes ingerir alimentos.

Sin embargo, no es tan simple como eso: los lapsos en los que debes estar sin comer suelen ser más amplios que aquellos en los que sí puedes probar un poco de comida; esto con el fin de asimilar correctamente lo que entra en tu cuerpo y tratar de repartir la energía en todo el organismo con paciencia y tiempo.

Así, existen algunos “planes” para poder llevarla a cabo de manera segura sin tener un desorden en cuanto a la ingesta de los alimentos y así tener una forma de comer inspirada en la de nuestros antepasados, quienes padecían largos períodos de hambruna y otros períodos en los que las cosechas eran verdaderamente abundantes. Ante esto, tenían que acoplar a su organismo para poder soportar las temporadas en ambas condiciones.

¿Cómo se practica?

Existen varios planes para llevarla a cabo como la 16/8 y la 12/12 en las que el primer número son las horas que el cuerpo debe permanecer sin comer, mientras que el segundo es un indicador del tiempo que tienes para consumir comida de manera que tengas bastantes nutrientes y grasas que quemar.

Existen otros dos planes llamados 24 y 48 e indican las horas en que no puedes comer. Después es necesario ingerir alimentos, pero moderadamente.

Entonces, ¿por qué es tan mala?

En varias universidades alrededor del mundo hicieron estudios en los que ponían a prueba los beneficios de comer de manera intermitente. La mayoría llegó a conclusión de que el bajo consumo de calorías podía llevar a tener una vida mucho más sana, pero al mismo tiempo perjudicaba a otras funciones del cuerpo, como al metabolismo, ya que se hace mucho más lento.

Esto, a su vez deriva en una pérdida de glucosa y por ende, la insulina. Es decir, la sustancia que segrega el páncreas, lo cual provoca que éste trabaje al doble y se agoten las reservas. Por lo general, este tipo de esfuerzos conllevan a otros peores como diabetes y anemia. Si la dieta continúa es probable que tengas descomposiciones que incluyen desmayos, pérdida de peso o ataques cardíacos y de ansiedad.

Los estudios fueron realizados en la Universidad del Sur y en la de Yale, mismas que revelaron que la mayoría de los efectos de la dieta eran negativos ya que el cuerpo humano no está acostumbrado a esto. Si bien los antepasados sobrevivían con una dieta similar, el humano actual ha evolucionado al grado de necesitar al menos dos alimentos al día para tener un metabolismo relativamente sano. Por ello, es altamente peligroso hacer una dieta similar pues el cuerpo se esfuerza de más y en consecuencia, en lugar de adelgazar, sólo perderás nutrientes y ganarás enfermedades.

Gracias al ayuno intermitente muchas personas han desarrollado anemia, anorexia y diabetes, principalmente. Pero sin duda, el peor padecimiento es la incipiente necesidad de ver resultados con rapidez, porque no es veloz, sino dañino y el hecho de que haya famosos que lo lleven a cabo, no quiere decir que sea efectivo. Lo ideal es que acudas con un especialista y te dé un plan alimenticio acorde a tu cuerpo y peso.

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