En los últimos tiempos hemos visto que varias campañas publicitarias, marcas, organizaciones, empresas y hasta películas, se han subido al tema de inclusión con el fin de mirar hacia las minorías y darles un espacio y voz, sin embargo, muchas de ellas (no todas) no se dan cuenta que en lugar de sumar, están realizando la práctica llamada tokenismo, que se trata de una falsa inclusión para evitar críticas o señalamientos por parte de la sociedad.
¿La razón? Simplemente porque en lugar de mirar hacia la problemática de manera profunda, solo se suben a tendencias para quedar bien y poner en alto el nombre de su marca o empresa.
¿Qué es el Tokenismo?
De acuerdo a @soyphabs, el tokenismo o en español florerismo es una práctica de inclusión superficial mencionada por primera vez en 1962 por Martin Luther King, quien luchó por los derechos humanos en Estados Unidos. En la práctica, se les da pequeños espacios a minorías para que las empresas no tengan acusaciones de prejuicios o discriminación. Dicha manera de aplaudirse, no tiene nada que ver con lo que hay detrás de la organización, pues aunque “incluya” a minorías, realmente no ve hacia sus verdaderos derechos o necesidades.
Un ejemplo claro de estas “políticas inclusivas” de organizaciones es cuando contratan a una persona con discapacidad, un migrante, una persona trans o de la comunidad LGBT sin asumir lo necesario para garantizar una equidad real en el ambiente laboral en el que se está. Otro ejemplo de ello es cuando en una empresa conformada por hombres contratan a una mujer para aparentar la inclusión de género.
Tokenismo cisexista
Por su parte el cisexismo o tokenismo cisexista existe de manera desatinada el prejuicio de que las personas cis son “más importantes” que las personas trans. O por ejemplo, si una empresa contrata a una persona trans dentro de un grupo cis, a ésta se le pide que lleve todos los temas dentro de ese contexto, asumiendo que es la única responsable de.