Una noche de fiesta en compañía de los amigos después de una larga semana de trabajo no le cae mal a nadie. Pero qué pasa cuando esa noche de tragos, música y desestrés, se termina y lo único que te queda a la mañana siguiente es un dolor de cabeza, vómito, y lo peor un sentimiento de culpa. En cuanto te levantas de tu cama (o donde sea que hayas despertado) y comienzas a medio recordar las locuras que hiciste anoche. Aunque todo ese “remordimiento” que tienes es mejor conocido como: La cruda moral.
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¿Qué es la cruda moral?
La famosa cruda moral es aquella que llega a nosotros después de una noche de fiesta, en la que inhibidos por el alto consumo de alcohol, comenzamos a hacer cosas que en realidad no deberíamos, por ejemplo, llamar a tu ex pareja a las 3 de la mañana para decirle que aún la extrañas; bailar de forma ridícula arriba de una mesa; gastarse todo el dinero de la quincena; o de plano tener que recurrir a los amigos para saber qué pasó anoche, son algunas de las causas de la cruda moral.
Si bien ese sentimiento nos acompañará durante varios días, al igual que el malestar de la resaca, la cruda moral sí tiene cura, aunque para muchos no podría parecer una buena opción, puesto que involucra estar sobrio y afrontar las consecuencias de lo ocurrido. Lo primero que deberás hacer para sacar el remordimiento de tu mente, será pedir una disculpa a quienes sin querer ofendiste. Y sí, eso quiere decir que deberás darle la cara a tu ex y explicarle la situación; también si fuiste demasiado lejos, y hasta le juraste amor eterno a tu compañer@ de trabajo, debes afrontar las consecuencias.
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Toma mucha agua. El consumo de líquidos después de tanto alcohol, ayudará a que el cuerpo recobre su hidratación, además te ayudará a eliminar la resaca, y te dará claridad para que vayas y revises si existe evidencia de la que puedas avergonzarte. Si tú fuiste el que dio todos los detalles de los ocurrido en sus redes sociales, puedes eliminar todo rastro, pero si fue alguien más y no consigues persuadirlo para eliminar la evidencia, lo mejor es prepararse y enfrentar lo sucedido con la cabeza en alto. O puedes hacer recurrir al viejo truco de fingir demencia y dejar que pase lo que tenga que pasar, pero recuerda que también deberás vivir con las consecuencias.
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La cruda moral no es tan grave como parece, si es que aprendiste algo de los errores del pasado y del consumo excesivo del alcohol. Así que aprende a conocer tus límites y sigue festejando, pero ahora siempre con moderación, pues podría darse el caso que puedas arrepentirte de algo que tal vez no pueda ser remediado. ¡A disfrutar se ha dicho!
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