El cuerpo del ser humano está en cambios constantes todo el tiempo, sobre todo el de nosotras, las mujeres. Muchos de esos cambios pueden sorprendernos y otros asustarnos, pues no todos nos resultan agradables o atractivos, lo que provoca que vayamos disminuyendo nuestra seguridad y autoestima; uno de estos cambios que no estamos muy contentas de recibir, es la flacidez vaginal. Pero la verdad es que no tenemos de qué preocuparnos, son condiciones completamente normales en nuestro cuerpo.
De acuerdo con los expertos de la salud, la flacidez vaginal es una condición considerada completamente normal, pues es una reacción de los cambios que sufre nuestro cuerpo y las condiciones a las que lo exponemos todo el tiempo como un embarazo y, claro, el parto.
La flacidez vaginal ha despertado innumerables dudas y preocupaciones entre nosotras ya que celebridades reconocidas se han sometido a tratamientos para desaparecer la flacidez y, claro, lo han hecho público, haciéndolo parecer como algo grave o algo que deba preocuparnos en exceso. Es verdad que, aunque la flacidez vaginal sea algo completamente natural, existen soluciones médicas y tratamientos para desaparecerla ya que, de acuerdo con las estadísticas, las mujeres que tienen entre 25 y 45 años que hayan tenido –por lo menos– un parto, ya son propensas a padecerla.
Uno de sus principales síntomas es la sensación de soltura en nuestra zona íntima y es perceptible en el momento en el que tenemos contacto sexual. Aproximadamente el 80 por ciento de las mujeres que padecen esta condición, deciden no hablar del tema, y solamente el 20 por ciento lo trata con su ginecólogo para que las ayude a buscar una solución y estén informadas de lo que está pasando en su cuerpo.
¿Qué problemas desencadena la flacidez vaginal?
El principal problema que nos puede ocasionar la flacidez vaginal, es la disminución de nuestra vida íntima y no porque desaparezca nuestro apetito sexual, sino porque nos afecta mucho más a nivel psicológico. Lo que provoca que nuestra seguridad en la cama disminuya, e incluso hasta sentirnos culpables de no sentir el mismo nivel de placer que el de nuestra pareja.
Sin embargo, independientemente de los problemas psicológicos, la flacidez no provoca ningún cambio grave en nuestra vagina que afecte a nuestra saludo, aún así la ciencia y tecnología médica han creado tratamientos para recuperar la forma y tamaño original. Algunos de estos métodos son: rehabilitación del suelo pélvico, cirugía de corrección y radiofrecuencia.
Es importante mencionar que estos tratamientos serán realizados bajo tu consentimiento y decisión propia ya que no son necesarios y mucho menos recomendados, a menos de que el especialista diga lo contrario. Es verdad que se trata de estética y salud mental, pero si no es necesaria, entonces lo mejor es que no nos sometamos a ninguna de éstas, ¡ojo! Siempre y cuando nuestro ginecólogo diga lo contrario.
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