Este artículo fue originalmente publicado por Kate Nateras el 10 de septiembre del 2019.
El cuerpo es tan perfecto, que cuando no se encuentra bien siempre intenta decírtelo de una u otra forma; dolores, marcas en el cuerpo, caída de cabello, inflamaciones, etcétera, muchas reacciones que te extrañan porque te conoces con exactitud. Entre estas señales, también se encuentran las verrugas, pequeñas protuberancias carnosas que, aunque pueden parecer insignificantes, su aparición también son advertencias que debes atender antes de que sea tarde.
Las verrugas, normalmente, aparecen en las manos, brazos o cuello, y están relacionadas con el virus del papiloma humano. Aunque no lo creas, este virus es muy común y puedes adquirirlo a través de la actividad sexual, así como variantes como el contacto casual con objetos o con la persona que la posee, o también por lesiones en la piel. Si eres una persona que tiene un sistema inmunológico débil o no desarrollado completamente, tal como lo son las personas con VIH, los niños o los adultos mayores, tienes más probabilidades de contraer VPH.
Es cierto que existen algunos métodos, tal como lo es la aplicación de nitrógeno tópico, para promover tus verrugas, sin embargo, lo mejor es que antes lo consultes con un especialista, ya que es él quien puede dictaminar si es recomendable quitar o no este tipo de lesiones, así como el procedimiento correcto que esté mejor adecuado para ti.
Las verrugas pueden transmitirse a través del contacto con la piel, y la aparición normalmente surge de dos a seis meses después de que fuiste contagiado. Espera, no te alteres. En la mayoría de los casos, las verrugas son inofensivas y con el paso del tiempo, desaparecen, aunque a veces sí pueden provocar dolor en el momento en el que crecen o cuando rozan con tu ropa, por ello, muchas persona prefieren removerlas, además de que les resulta muy desagradable y vergonzoso que alguien más las vea.
Acude a un especialista cuando…
– Hay crecimiento doloroso o cambios de color en tu verruga.
– Diseminación extrema, o persistencia aun cuando fue removida.
– Tus verrugas se vuelven molestas al tener contacto con tu ropa.
– Gran cantidad de verrugas, ya que puede ser signo de deficiencia de tu sistema inmunológico.
Es importante que no toques tus verrugas, tampoco las arranques o rasques, ya que puedes ocasionar que el virus se extienda. Asimismo, cuida tu higiene y obsérvalas constantemente para notar cualquier cambio.
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