En los últimos años, el número de divorcios en México ha aumentado considerablemente por distintos motivos, entre ellos, la convivencia inesperada a causa de la pandemia, así como por asuntos económicos, entre otras cosas.
De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), durante 2020 se registraron 92 mil 739 divorcios de los cuales, 92 mil 524 se realizaron entre personas de diferente sexo, mientras el restante, 215 fueron entre personas del mismo sexo.
Con base en los datos anteriormente presentados, el organismo presentó una gráfica de los divorcios registrados del año 2000 al 2020, concluyendo que se han incrementado de manera constante.
Asimismo, un dato importante es que de acuerdo al mismo INEGI, en 2020, las mujeres que se divorciaron, en promedio tenían una edad de 39 años, mientras que los hombres de 42 años de edad.
Dichas cifras nos ponen a analizar la situación y hacer una pequeña inferencia sobre las razones por las que nunca es demasiado tarde (o temprano) divorciarte si no te sientes bien contigo misma.
No te sientes completa
Estar en un matrimonio que no te hace sentir bien contigo misma ni te hace sentir completa no está bien, y es aún peor cuando en lugar de sumarte, te restan. Se supone que un esposo tendría que ser tu mayor apoyo pero si no encuentras eso en tu pareja, ¿por qué te quieres quedar?
No te sientes acompañada
Hay mujeres que estando casadas se sienten más solas que nunca y eso no debería ser así, pues, se supone que uno se casa para tener una compañía para toda la vida, en las buenas y las malas, ¿no?
Dejaste de sentir mariposas en el estómago
Quizá solo te quedas por costumbre, y sí, no es fácil separarte de alguien con quien estuviste mucho tiempo y/o tuviste un gran vinculo. Pero no solo se trata de estar por estar, también debe de prevalecer el amor porque por más cursi que suene, el amor es indispensable en un matrimonio.
Nunca te quedes por los hijos
Sean pequeños o grandes, los hijos tarde o temprano van a hacer su vida, no siempre van a estar en “el nido”. En caso de que sean pequeños, ellos no pueden crecer en una mentira creada por su padres, en un matrimonio infeliz. En caso de ser grandes, tampoco tienen derecho a juzgarte por tus decisiones, es más, deberían de entenderte perfectamente y respetarte.
La edad no importa
Dejemos de pensar en la edad, nunca es demasiado tarde o demasiado temprano para tomar la decisión de divorciarte. Hay personas que se dan cuenta que no quieren estar con su pareja al año pero también hay otras que después de 50 años de casados, se dieron cuenta que el matrimonio no era su felicidad.
Deja de pensar en el “qué dirán”
Deja de pensar en el “qué dirán” los demás, enfócate en lo que tu quieres y necesitas. A veces perdemos demasiado tiempo tratando de dar gusto a los demás, cuando lo que realmente importa eres tú.
Puedes darte una segunda oportunidad
Dicen que después del divorcio llega la verdadera felicidad, y hay muchos casos que lo sustentan. Un divorcio no puede ser el fin de tu vida sino el comienzo de una nueva historia; vida solo hay una y no puedes perderla en un lugar donde no eres feliz, jamás es tarde para comenzar de cero, quizá será raro en un principio pero con el tiempo te darás cuenta de que tomaste la mejor decisión de tu vida.
El divorcio ha sido estigmatizado por mucho tiempo, en un matrimonio heterosexual, y las mujeres que han decidido tomar esa decisión han sido más juzgadas que los hombres, sin embargo, los tiempos han cambiado, hoy en día, una separación matrimonial ya no es considerada el fin del mundo, ahora es más como una liberación.
Recuerda que no por nada, en la actualidad ya hasta existen las fiestas del divorcio. La lección es que: Nunca es tarde para tomar esa decisión, si ya no te sientes a gusto ni te sientes completa ni hay amor, ¿por qué quedarte ahí?