El amor siempre es un misterio y una paradoja, una ruleta rusa en la que, en cuanto entras, no sabes si te tocará estar arriba o abajo, aunque no haya duda de que te toque estar en los dos en cualquier momento (aunque, obviamente, esto implique miedo). Cuando llevas mucho tiempo abajo debido a los fracasos amorosos, al dolor y a los amores no correspondidos, puede parecer que estás destinado a la infelicidad y soledad eterna, pero debes mantener la calma; los malos momentos en el amor y esa racha son sumamente normales, en cualquier momento, va a desaparecer.
Coquetear con alguien, jugar el juego de que se gustan, la química, las palabras, los besos, hasta una relación bonita y plena, puede parecerte un proceso complicado porque en cualquiera de los puntos todo termina fracasando, sin darte cuenta de que no se trata de que estés salado en el amor sino que, en ti y la persona en la que te fijas no mantienen algunos equilibrios necesarios para conectar. Son equilibrios que se mantienen psicológicamente como: sexo vs compromiso, ilusión vs convivencia, deseo de gustar vs honestidad, etcétera. En la mayoría de los casos, son situaciones que no puedes controlar porque no puedes hacer que alguien desee lo mismo que tú, es decir, si alguien está destinado a estar contigo entonces todo surgirá sin presiones. Debes tener paciencia y dejar esa desesperación a un lado; mientras menos ansíes, llegará esa persona que menos te esperaste y que te va a amar como nadie nunca lo ha hecho. Solamente disfruta tu soltería, vive y no temas al fracaso amoroso en lo que llega tu alma gemela.
1. No hay química con las personas con las que sales
Sientes que ninguna persona conecta contigo. No sientes comodidad y no tienen nada en común, con la mayoría todo se queda en una cita y nada más, ya no te dan más ganas de salir. O, por el contrario, hay veces en las que te sentiste bien, pero esa persona no y no te busca más.
2. No hay compromiso
Cancelan las citas, no se contestan los mensajes, conocerse les da completamente igual. Aunque, debes saber que no puedes obligar a nadie a estar contigo y si esa persona no tiene ningún interés o ningún compromiso, entonces déjalo pasar.
3. Te das cuenta de que falta honestidad
Desde que se conocen te dice mentiras. No te habla con claridad y lo agarras con las manos en las masa por medio de redes sociales, sí, ahí en donde se descubre hasta lo que no quieres. Sientes decepción, es verdad, y prefieres dejar todo por la paz.
4. Nadie cumple con tus expectativas
Nadie llega a gustarte tanto como quisieras. Cualquier detalle que notes y no te agrade basta para no volver a salir con esa persona. Puede ser cualquier cosa, pero si no cumple con lo que deseas o por lo menos que te haga sentir bien, prefieres evitarlo.
5. En cualquier momento se pierde la comunicación
Un día pueden platicar superbien y al otro, como si nada, no tienen tema de conversación siendo el pretexto perfecto para que la conversación se quede en el olvido. No tienes esa conexión con nadie para que la comunicación fluya y surja una buena química.
6. La atención es fugaz
Le puedes gustar a una persona por algunos días y después, como si nada, deja de ponerte atención, o viceversa. La atención es momentánea y en cualquier momento puede desaparecer, una razón más por la que sientes que no eres una persona muy suertuda en el amor.
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