Hay días en los despiertas con ganas de querer y que alguien te quiera, con ganas de cocinar a su lado, que te dé las buenas noches y que te pregunte qué tal estuvo el trabajo. De repente tienes ganas de ver dos cepillos de dientes en tu baño, rastros de hábitos diferentes en tu cocina y ropa de alguien más en tu habitación; citas inesperadas, besos de buenos días y peleas con una reconciliación feliz. Sí, a veces tienes ganas de todo eso sin darte cuenta de que, a veces, eres tú quien sabotea las oportunidades simplemente porque haces cosas –sin darte cuenta– que indican que no quieres una relación.
Esto no quiere decir que debas manipular al amor y te enamores de la primera persona que se te ponga enfrente, sino de que te des la oportunidad de conocer y que te conozcan personas que tienen intenciones honestas y positivas contigo. Que logres tener una bonita cita, o que contestes los mensajes a esa persona que te desea lindo día todos los días. No está mal que, una vez, intentes quitarte esa máscara que aparenta no querer a nadie, aunque, si ésa es tu decisión y estás completamente seguro de que no quieres una relación, entonces sé honesto y habla de tus verdaderos deseos.
1. No eres muy selectivo
No pones mucha atención a las personas con las que sales, te da completamente igual cómo sean y ni siquiera intentas observarlas. Sólo tienes citas para no estar aburrido en casa y después de éstas, todo termina.
2. Dejas en visto
No pones interés a ninguna conversación, no te emociona el mensaje de nadie y hasta hay días en los que ya ni siquiera contestas.
3. Cancelas citas
No importa la razón, cuando alguien te busca con mucho interés, siempre cancelas las citas. No tienes ganas de salir con alguien, no importa cuánta atención te ponga, siempre hay el pretexto perfecto para que digas que no.
4. Prefieres a un “carita bonita”
Sólo te fijas en el físico; no intentas ver los sentimientos de las personas y mucho menos involucrar los tuyos. Sólo quieres a alguien para divertirte y no para sentir.
5. No pones mucho interés en tus conversaciones
A veces no te dan ganas de platicar, de conocer a las personas, no les preguntas nada y tampoco tienes la intención de intercambiar opiniones. Simplemente no quieres clavarte con nadie y tampoco buscas nada serio.
6. Una cita basta
Cuando por fin logras quedar con alguien, basta una cita para no volver a salir. Cualquier detalle o defecto que no te haya parecido es suficiente para que no quieras ver a esa persona otra vez, aunque haya hecho todo lo posible para que la pasaras bien.
7. Sales con personas con quien te ves bien, y no con alguien que te haga sentir bien
Este punto es muy parecido al número 4. Estás más interesado en las apariencias que en los sentimientos; no importa que no tengan nada en común, tampoco si te hace sentir bien o no, si se ven bien –aparentemente– con eso basta.
8. Sólo tienes Tinderdates
No dejas que tus amigos te presenten a algunas personas, tampoco conoces gente nueva en los lugares a los que llegas, mucho menos le das la oportunidad a ese alguien que te insiste todo el tiempo; sabes en dónde buscar algo que vaya a tu ritmo y normalmente es en aplicaciones para citas como Tinder.
9. Sólo quieres llenar vacíos
Que tú mismo no quieras una relación formal no quiere decir que no te sientas solo de vez en cuando. Por consecuente, buscas personas que llenen esos vacíos que cargas para sentirte, por lo menos, un poquito mejor.
10. Sales con personas para aumentar tu autoestima
Estar solo provoca que quieras aumentar tu autoestima y tu ego, alguien que te diga que ‘sí’ y tomes el control de la situación. Eres tú quien define el ritmo para elevar esa seguridad que, cuando estás completamente solo, disminuye.
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