Este artículo fue originalmente publicado por Alonso Martínez el 27 de enero del 2017
Shut up, kiss me,
hold me tight.
–Angel Olsen
“El amor eterno es imposible”, nos dijeron debido a sus horribles recuerdos y lamentosas experiencias. Sus corazones rotos hablaron y le quitaron la fantasía a la unión entre dos personas. Tiraron por la ventana el concepto romántico y nos señalaron afirmando que éramos unos tontos soñadores que terminaríamos muertos de dolor. Nosotros nos cubrimos los oídos y nos adentramos en el fondo del mar, pues preferimos hundirnos juntos que permanecer a salvo y separados.
El amor para siempre no es imposible, pero éste requiere de arduo trabajo y un fuerte compromiso. Nos hemos acostumbrado a rendirnos y separarnos cuando sentimos que la pasión disminuye y que el amor no es tan perfecto, cuando la solución es aprender a transformarnos junto a la otra persona. En ocasiones, y pese a los problemas, existen diferentes factores que indican que dos personas son ideales para pasar juntos una eternidad.
Nunca se han faltado al respeto y en caso de haberlo hecho, siempre han pedido disculpas
Para que una pareja funcione tiene que existir entendimiento mutuo y admiración; si no se tiene nada de esto, lo más probable es que surjan peleas y comentarios que ofendan a ambas partes.
No pelean, crean discusiones
Las parejas que permanecen juntas saben que las peleas no llevan a nada y sólo originan fricción y rencor en la relación. Las discusiones son distintas porque se llevan a cabo a través de la tolerancia y equilibrio en el que cada uno expone sus puntos. Por ello, al discutir y no pelear es más probable que los dos acepten sus errores y cedan.
Ambos se entregan plenamente y no se limitan al expresar su cariño
Ninguno tiene miedo de decirle al otro cuán valioso es, los detalles importantes continúa vigentes en su relación porque los dos aprendieron a expresarse y a recibir cada cumplido con un “gracias yo también”.
Pocas veces han alzado la voz
Los gritos son indicio de una enorme frustración que no se sabe controlar, por lo tanto alzar la voz sólo provoca que la pareja se sienta perturbada y molesta. Una relación en la que ambas partes eviten exaltarse y vociferar será fructífera a largo plazo.
Se tienen absoluta confianza
Si los dos se fían de la palabra del otro, no habrá nada ni nadie que quiebre su relación. En cambio, si no existe ese vínculo de confianza, su relación eventualmente se enfrentará a una gran decepción.
Cuando existen celos, no hay inseguridades
La inseguridad siempre será uno de los peores enemigos de la armonía en una relación. Los celos son viables, pero la inestabilidad hace que una pareja imagine los peores escenarios posibles y así se arruina la que pudo haber sido una buena relación.
Saben solucionar sus problemas sin señalar culpables
No importa quién inició la discusión o quién levantó primero la voz, cuando ambos se tranquilizan saben que lo único relevante es ponerle fin a sus diferencias, así que se olvidan de encontrar un responsable y sólo se enfocan en encontrar una solución.
Mantienen una comunicación abierta
En una buena relación –sin importar de qué tipo– no se oculta ningún detalle, los secretos causan más problemas que las verdades, no importa si éstas son incómodas o dolorosas.
Saben expresar sus sentimientos apropiadamente y en el momento indicado
Si una pareja no se siente completamente cómoda, es difícil imaginar el resto de una vida juntos. Cuando los dos entienden la forma en que el otro se expresa y ambos encuentran el momento adecuado para hacerlo, todo fluye mejor desde el inicio y es posible proyectar una larga relación.
Aunque los tiempos cambien, ustedes se adaptan a ellos
Saben que el paso del tiempo puede ir apagando el amor, pero nunca se rinden porque también entienden que la única forma de evolucionar juntos es adaptándose al cambio.
Respetan su espacio y decisiones
Nunca se juzgan, únicamente se apoyan de forma incondicional, pues ambos entienden que todas las personas son diferentes y aunque no les guste del todo, es necesario ser solidario y respetar la ideología para demostrarse amor y comprensión.
Todo parece mejor en sus brazos
Cerca de esa persona, cualquier cosa parece posible y el mundo brilla como nunca. Si así te hace sentir tu pareja y tú a ella, pueden estar seguros de que se relación es especial y que esa persona especial que se quedará contigo toda la vida.
No hay mentiras ni manipulaciones
Los dos hablan siempre con la verdad y a pesar de tratarse de un tema complicado, no intentan manipular la situación ni ocultar detalles.
Cada vez que te mira recuerdas por qué estás a su lado
Después de llevar varios meses o años juntos, cuando sus ojos se encuentran siguen recordando lo feliz que los hace su relación y eso los motiva a seguir más unidos que nunca.
Simplemente saben que se encontraron para nunca separarse
Cuando dos personas están hechas para estar juntas por siempre, no necesitan ser Sherlock Holmes –como diría Alex Turner– para darse cuenta. Es uno de esos presentimientos que no todos entienden y sólo pocos sienten.
El matrimonio o la unión eterna nace a partir de una promesa: estar a su lado en las buenas y en las malas. Hoy la mayoría prefiere romper un vínculo amoroso antes de luchar por mejorar o solucionar cualquier situación, pero aún quedan esas parejas que no se olvidan de los pequeños detalles para reafirmar su compromiso todos los días. Encontrar a esa persona no es tan complicado, pero una vez que la hallamos debemos esmerarnos para convertir ese amor en algo real y perpetuo.