Desde que Jim Morrison vio por vez primera a Pamela Courson en una playa de California en el 65, cuando el futuro vocalista de “The Doors” era apenas un estudiante de cine, supo que ella era el amor de su vida. Al cruzar sus primeras palabras ambos quedaron flechados de inmediato, pues la atracción que sintieron fue fascinante. Ella acompañó a Jim hasta el último de sus días, cuando él murió de una sobredosis en París el 3 de julio de 1971.
El corazón no miente cuando nos confiesa que frente a nosotros se encuentra la persona con la que podemos pasar éste y el resto de nuestros días…
Estrenar ropa, usar un perfume costoso, adoptar una postura intelectual o consultar una lista de tips sobre qué hacer en la primera cita jamás funcionará de la misma forma que lo hace la compatibilidad natural entre dos personas que acaban de conocerse.
Si una pareja está destinada a vivir un futuro romance, lo mucho o poco que éste dure dependerá de la armonía, emoción y empatía que ambos sientan durante la primera charla; misma en la que aflora el deseo y la ilusión de seguir viendo a esa persona.
Pero, ¿cómo saber si la otra persona quedó flechada por ti y quiere seguir disfrutando de momentos especiales a tu lado? Presta atención a las siguientes señales, te revelarán qué futuro tienes con quien saliste por vez primera:
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Es evidente que le está aburriendo tu conversación
Los bostezos y los silencios largos en una primera cita son indicativos de que no existe química entre ustedes, o bien, de que no tienen intereses en común. Analiza su postura, mirada y energía, todo eso te ayudará a saber si siente entusiasmo o desinterés por su encuentro.
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Inventa pretextos para irse más temprano de lo planeado
“Quedé con unos amigos para ir a jugar boliche”. “Estoy muerto, debo ir a descansar”. Este tipo de frases a la mitad de una primera cita son un mal presagio. Por lo general, quien se expresa de esa manera desea irse lo más pronto posible para terminar con el tormento de estar a tu lado.
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Al despedirse no da señales de querer volver a verte
Si no te invita o por lo menos menciona la idea de verse otro día, mejor ve asimilando que no habrá una próxima cita. Una persona entusiasmada contigo buscará la mínima oportunidad para un reencuentro… Pero no siempre se gana.
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Los días pasan y jamás te contacta por ningún medio
¿Qué será de la persona con la que saliste hace poco? Si pasa una semana y no te ha llamado o escrito deja de esperar a que lo haga. Las cosas hay que interpretarlas de manera fría y realista, ya habrá otras posibilidades.
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No responde tus mensajes o lo hace de manera cortante
Tal vez puedas tomar la iniciativa y ser tú quien busca a la otra persona. Pero si no responde dentro de las siguientes horas o lo hace con simples monosílabos, no tiene la intención de verte de nuevo. ¿Qué salió mal? ¿Tu atuendo, tus chistes, la loción barata que usaste? Simplemente no son el uno para el otro.
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Evade tus preguntas sobre un próximo encuentro
Si eres directo, le pides que se vuelvan a ver y le preguntas cuándo podrán reunirse, sólo debes poner atención a la forma en que responde. Si comienza a evadir tus preguntas con: no estoy seguro, tengo mucho trabajo, yo te aviso…, mantenlo fuera de tus planes.
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No comenta nada sobre ti con sus amistades en común
¿Una amistad en común los presentó? Bien, esa persona pude ser quien te conteste si él o ella quiere volver a salir contigo. Si nunca te menciona o evade el tema, olvídalo.
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Si se encuentran por casualidad te evita o ignora
Si se topan por casualidad y es más que claro que trata de evitarte, actúa como si no te hubiera visto o se aleja con velocidad de donde estás, mejor comienza a enfocar tus pensamientos en otras actividades y personas.
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Te borró de sus redes sociales
¿Qué otras señales necesitas para dar por perdida esta oportunidad? Es evidente que si desaparece de tus redes no le interesa compartir nada contigo. ¿Sabes algo?, no necesitas a alguien incapaz de decir las cosas de frente y con claridad.
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No llegar a la segunda cita no quiere decir que hayas fracasado en la vida o que no sirvas para el amor. Simplemente la química no existió entre ustedes dos y sus vidas deben continuar tal y como estaban. Di adiós y voltea la página para comenzar a escribir otras historias.
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