La psicología inversa está considerada un arma de doble filo, a través de ella podrías hacer que otro actúe exactamente como tú quieres con sólo pedirle lo opuesto. Es decir, esta técnica conductista –estudiada y descrita por el psicólogo y escritor Viktor Frankl– consiste en modificar las decisiones y acciones de alguien que se resiste a hacer lo que deseas mediante un truco. La clave radica en hacerle creer a esa persona que te opones a todo lo que dice, piensa, siente o hace para que a través de una técnica de manipulación su resistencia psicológica se active y el sujeto comience a hacer lo que quieras sin siquiera darse cuenta. Según la psicología, entre mas emoción haya de por medio, más efecto tiene la aplicación de esta táctica; misma que puede resultar como planeas, pero también puede meterte en problemas.
Por ejemplo: cuando alguien está detrás de ti y tú intentas aumentar su interés, hacerte la difícil o comportarte indiferentemente podría ir en contra de lo que esa persona desea o espera, y –por lo tanto– su resistencia psicológica se activaría. Esto provocaría que él o ella intente, aun con mayor esfuerzo, conquistarte. Si ese es tu objetivo, aplicar la psicología inversa fue lo mejor; pero si tu plan no era enamorar más a esa persona sino escapar de ella, entonces la técnica conductista fue un completo desastre.
En resumen, si no quieres una relación con alguien que sí la quiere: acláraselo con todas sus letras en lugar de actuar de la siguiente forma:
21. Sólo lo buscas cuando no tienes nada más que hacer ni con quién salir.
20. Le cancelas los planes en cualquier momento y sin ninguna explicación sincera.
19. Llegas tarde cuando acuerdan verse a una hora específica y no te disculpas.
18. Aceptas salir con él pero nunca dices cuándo.
17. Le envías –por medio de invitaciones en Facebook– noticias sobre los próximos eventos o conciertos para que él sepa que te gustaría ir y consigas que te compre entradas.
16. Le pones condiciones absurdas o injustas cada vez que aceptas salir con él.
15. Contestas sus llamadas después de la quinta y tardas hasta un día en responderle un whats.
14. Le cuentas que te gustan o interesan otros chicos.
13. Si lo invitas a una fiesta, no te importa dejarlo solo ni cambiarlo por otra compañía.
12. Coqueteas con otros frente a él.
11. Lo dejas en visto, pero cuando él tarda en responderte le reclamas.
10. Si te hace un cumplido o elogia tus logros, reaccionas indiferentemente.
9. Cuando te abraza cálida o efusivamente no le correspondes el gesto.
8. Lo pones a prueba, una y otra vez, con el afán de desesperarlo y “alejarlo” de ti.
7. Si te escribe o dice algo lindo, le cambias el tema inmediatamente.
6. Cuando te invita a salir nunca vas sola y ni siquiera le avisas que llevarás a una amiga.
5. En cualquier conversación sacas el comentario “creo que no estoy lista para tener una relación”.
4. Le dices y demuestras todo el tiempo que tienes otras prioridades.
3. Cuando él te confiesa su interés aplicas el “yo no soy lo que tú buscas”.
2. Le repites lo mucho que estás intentado disfrutar de esta etapa completamente soltera.
1 Cuando no ves otra escapatoria le dices que eres gay para que “te deje en paz”.
Si te encuentras en el otro lado de la moneda y lo que quieres es saber si tienes una verdadera oportunidad con el hombre que estás saliendo, lee “22 momentos en los que un hombre intenta tener una relación contigo y no te das cuenta”.