Este artículo fue publicado originalmente por Julieta Sanguino en agosto de 2016.
No es que crea, no creo, si inclinado
sobre mis manos te sentí divino,
y me embriagué. Comprendo que este vino
no es para mí, mas juega y rueda el dado.
-Alfonsina Storni
1. Llega el momento en el que te sientes completamente enamorado, que estás dispuesto a morir por la otra persona y dar tu esencia por tu pareja. Cuentas las horas para verla directo a los ojos, para decirle cuánto la amas y así, por fin, tener el ansiado momento de plenitud que siempre esperas.
2. Citas a esa persona en algún lugar, porque claro, la mayoría de las veces eres tú quien decide llamar para encontrarse. Pero pronto la decepción antecede a tu euforia. El “te amo” que habías planeado por días, incluso semanas, pierde sentido al ver su claro desinterés. No sientes que sea recíproco. Sabes, a modo de presentimiento e intuición, que tu pareja no tiene los mismos sentimientos hacia ti. Pero aún así te arriesgas.
3. Le gritas esas dos palabras y sin saber qué hacer, cómo actuar, responde con premura un “te amo” forzado. Estás feliz… algo le faltó, pero nadie es tan torpe como para mentir de sus sentimientos, al menos eso crees en ese momento.
4. En realidad nunca ha sabido qué es el amor y fuiste víctima de esa mentira tan usual que las parejas se dicen sin saber todo lo que conlleva y significa. De hecho, tú aún amas a quien fue el amor de tu vida pero para esa persona has hecho más fácil decir adiós cuando tú lo planteaste. Ahora, quien fue tu complemento vive feliz y tú crees en la posibilidad de regresar con él.
5. Lee las señales y por fin date cuenta de que tal vez nunca te amó.
1.Las cosas siempre eran mejores cuando estaban rodeados de sus amigos
Porque la intimidad no les alcanzaba para divertirse y pasarla bien. Siempre resultaba mejor tener a alguien más en la reunión e intentaban citar a más amigos para, ahora sí, disfrutar una reunión y hacerla amena.
2. Cuando intentabas arreglar un problema, era imposible que aceptara sus errores
O simplemente los minimizaba. Un “no es para tanto” o “estás exagerando”, eran suficientes para desarmar todos tus argumentos. Para tu pareja era más importante ganar la discusión que arreglar el problema real y con el tiempo, las peleas eran más constantes y sin una solución clara.
3. Te hizo esperar más de una hora su llegada
En repetidas ocasiones y sin una disculpa a su llegada, para tu pareja no era importante hacerte esperar por horas, tal vez porque sabía que estarías ahí sin importar cuánto tiempo se retrasaba. Si además llegó a cancelar la cita después de largos minutos de espera, parece que ese amor era sólo una ilusión.
4. Buscaba un ideal de perfección y hacía todo para que cambiaras tu forma de ser
No le era suficiente tu presencia, tu aroma, tus gustos, intereses, manías y conversaciones. Siempre buscaba que fueras otra persona, alguien que no podías ser por más que te esforzaras. Quería una pareja más intrépida, más ordenada, más inteligente, más culta… incluso con menos peso, más altura o deshacerse de esa nariz que le desesperaba.
5. Te compraba cosas que, en realidad, ni siquiera te gustaban
Nunca aprendió de tus gustos o intereses, tal vez no le interesaba hacerlo. En cambio, te compraba regalos que estaban destinados para gustarle más a esa persona que a ti. Si no era el caso, se notaba el mínimo gusto en complacerte con un presente, sólo quería salir del paso y cumplir con el “compromiso” que significaba darte algo en una fecha especial.
6. Sus intereses eran similares pero el futuro parecía distante
Los planes de hoy, las fiestas constantes y hasta los gustos en común que tenían, parecían llenar todas las dificultades, sin embargo, viéndolo a distancia y con perspectiva, puedes notar que el futuro a su lado no era posible. Las metas, los viajes y los sueños que compartían parecían dos líneas paralelas que nunca se cruzaban.
7. En más de una ocasión te hizo saber que su relación no sería para siempre
Porque tal vez buscaba otras cosas o simplemente no eras la pareja ideal con la que se veía teniendo hijos y formando un futuro. Es válido y aceptable, pero este indicador debió decirte que el amor que sentía por ti y el que tú sentías por tu pareja no era equivalente.
8. Estar a su lado no te hacía sentir bien contigo
Probablemente la mayoría de las ocasiones sí, y hasta consideraste posible quedarte con tu pareja para toda la vida, pero también estaban los días malos, cuando sentías que no te amaba lo suficiente, cuando querías un abrazo y tu pareja sólo tenía palmadas en la espalda o simplemente, cuando buscabas una charla amable y te encontrabas con la más grande indiferencia y frialdad.
9. No compartía detalles personales e íntimos
Todas las cosas banales estaban dispuestas. Sabías, por supuesto, su cumpleaños, el nombre de sus hermanos y hasta cómo se lavaba los dientes, pero lo más profundo permanecía oculto, como si se tratara de un iceberg: sólo dejaba ver la superficie y ocultaba lo más íntimo e interesante. ¿Cuáles eran sus más grandes miedos, secretos y anhelos?
10. No confiaba en ti
Preguntaba todo, cada detalle de tu rutina, revisar tu teléfono y tú el suyo era parte del plan semanal. Si salías con amigas, necesitaba que reportaras tu ubicación cada hora y se ponía celoso de cualquiera que estuviera a tu alrededor.
11. Sus amigos y familia no sabían mucho sobre ti
Así como tú no sabías mucho sobre tu pareja, la barrera que había creado entre tú y su familia resultaba evidente. Del mismo modo, tú parecías una persona extraña para quienes te veían por primera vez, como si no hubiera existido una conversación previa sobre ti y llegaras como un forastero a territorio desconocido.
12. Las conversaciones resultaban forzadas
Los silencios incómodos eran una constante y preferían hacer otras cosas antes de entablar una conversación profunda. No era intencional, pero evadir las conversaciones y dedicarse a otras actividades se convirtió en la rutina de su relación… o tal vez sólo al final.
Ya no te destruyas más pensando en lo que pudo haber sucedido. Probablemente tú y esa persona no estaban destinados para estar juntos. Si quieres comprobarlo puedes leer “10 señales que indican que no es el amor de tu vida” y entonces, superarlo, porque “Que te rompan el corazón es lo mejor que te puede ocurrir”.
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