“Una mujer no se vuelve loca, algo o alguien es quien llega a desquiciarla”. Cuando la psicóloga terminó mi sesión con esa frase, todo cobró sentido, dejé de dudar de mí y pude comprender que no se trataban de alucinaciones mías, sino del intento de mi novio por volverme loca. Era la única forma en la que él podía hacerme creer que mis sospechas eran infamias y que mis celos eran tan absurdos como la idea de que su “mejor amiga” estaba enamorada de él.
Pasamos más tiempo discutiendo sobre ella que por cualquier otra cosa. Su nombre se volvió insoportable para mí y su rostro aparecía en todas mis pesadillas. Se volvió imposible pasar tiempo juntos sin que su amiga se apareciera en alguna llamada, mensaje o visita inesperada. Mis celos tenían, no uno sino varios fundamentos, pero él siempre negó la posibilidad de que ella lo quisiera como algo más que un buen amigo.
Intenté ignorar su presencia de todas las formas posibles, pero ella no se detuvo hasta que la razón me abandonó. Siempre ideaba alguna forma de llamar la atención de mi pareja, de interrumpir los momentos más especiales, de involucrarse en nuestros planes y de influir en nuestras desiciones. La mejor amiga de mi novio se volvió una epidemia que poco a poco enfermó nuestra relación y a pesar de todos mis intentos, inclusive el de tomar una terapia psicológica, ella logró que mi relación se quebrara en celos y desconfianza.
Muchos me preguntan por qué no me di cuenta antes, otros no entienden qué es lo que ella hacía para que yo notara que estaba enamorada de mi novio. La única verdad es que mis celos tenían más sentido que cualquier otra cosa, pues las señales que la delataron fueron más que claras.
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15. Ella nunca se esfuerza por llevarse bien contigo.
14. Le regala cosas o tiene detalles constantes con tu novio.
13. Deja notas, sorpresas o cualquier regalo a tu novio con la intención de que la veas.
12. Aún si sabe que él está contigo, no deja de enviarle mensajes o hacerle llamadas.
11. Cuando lo invita a algún plan no te extiende la invitación a ti.
10. Intenta agradarle de sobremanera a los amigos y familiares de tu pareja.
9. Cada vez que están los tres juntos insiste en contar anécdotas en las que tú no participaste.
8. Es muy efusiva al demostrarle a tu pareja el cariño que siente por él.
7. Cuando tu novio y tú pelean ella lo consuela aunque él no se lo pida.
6. Publica todos y cada uno de los encuentros o salidas que ella tiene con tu novio.
5. Cuando salen los tres se toma fotografías con él y no te invita a salir en ellas.
4. Si se queda sola contigo no te dirige la palabra o se comporta grosera.
3. Intenta tener “chistes locales” o “secretos” con tu novio para que te sientas excluida.
2. Llega a lugares o planes en los que sabe que tu novio estará, aún sin invitación.
1. Cada vez que puede menciona el tiempo que lleva de conocerlo y lo compara con el que ha durado tu noviazgo con él.
“La boda de mi mejor amigo”, otro de los grandes éxitos cinematográficos de Julia Roberts, es un gran ejemplo de cómo algunas personas llegan a confundir la amistad con el amor. Afortunadamente para nosotras es mucho más sencillo darnos cuenta de la verdad, pues las señales que indican que su amiga está enamorada de nuestra pareja y que nuestros celos tienen sentido se evidencian con el paso del tiempo. Detectarlas es lo más fácil, pero solucionar el problema es más complejo, pues la relación se convierte en un trío en el que alguien saldrá perdiendo. A pesar de ello, nadie tiene derecho de entrometerse en nuestras relaciones; no importa quién ni cuán enamorada esté de tu pareja, sólo tú puedes decidir qué tanto soportarás a una tercera persona intentado separarlos.