Este artículo fue originalmente publicado por Alma Gómez el 20 de julio del 2018.
El sociólogo inglés Anthony Giddens definió al amor romántico como la conexión de sentimientos que enlazan a dos personas, el vínculo sirve para hacer una reflexión sobre lo que cada uno siente por su pareja, además permite valorar la intensidad del afecto y si éste es suficiente para mantenerlo. Las razones por las cuales termina una relación larga pueden ser distintas, en muchas ocasiones lo mejor es dejar que suceda, pues forzar los sentimientos de la otra persona le hacen daño a ambos y no garantizan el bienestar.
Giddens considera que las relaciones dejaron de ser tradicionales, ya que con la modernidad pasaron a ser “relaciones puras”. Con dicho término hizo referencia a todo tipo de vínculo (laboral, de amistad e incluso sentimental) que se sostiene con otra persona debido a que en él encuentran algún beneficio o satisfacción que sirve para ambas partes. Cuando uno de los dos decide ponerle fin, es porque ya no obtiene ningún provecho de la misma. Por otra parte, “el amor confluente” se centra únicamente en las relaciones amorosas. Su concepto hace alusión a que el sentimiento no es perpetuo ni único, sólo se mantiene si las dos partes cooperan y se esfuerzan porque cada ámbito que lo compone crezca, de lo contrario todo perecerá. Cuando algo está fallando, algunas señales te ayudan a saber que una relación está por terminar.
Peleas
Podrás recordar que antes ella prefería que hablaran sobre los problemas que les generaban muchas discusiones para así poder arreglar las cosas, pero últimamente le da igual si pelean o no. En realidad toma una actitud indiferente para hacerte saber que ya está perdiendo el interés en la relación. Ahora prefiere evadir las confrontaciones y si llegan a sostener una, sólo escucha sin opinar al respecto.
Interés
La disposición que muestra para que puedan tener momentos juntos ya no es la misma, y no es porque ahora tenga más responsabilidades o tareas por hacer, simplemente es porque está perdiendo el afecto por ti, evitando que pasen tiempo en pareja. Ya no te involucra en cosas que anteriormente hacía, pues el hecho de que formes parte de ellas perdió importancia.
Afecto
Poco a poco deja de mantener contacto físico, disminuyen los detalles pequeños, ya no se preocupa por agarrarte de la mano, deja de acariciar tu cabello, no te besa con frecuencia, no te abraza, etc. Sientes que comienza a tratarte más como un amigo y no como solía hacerlo. Se vuelve más fría y distante porque le cuesta aparentar que en realidad ya no se siente tan cómoda a tu lado.
Se enoja sin razón
Aunque no quiera ni busque pelear contigo, se enoja por actitudes pequeñas y muchas de ellas comienzan a molestarle. Lo que antes le gustaba de ti ahora deja de agradarle y empieza a ser un problema más. Ya no le gusta que hagas ciertas cosas, e incluso le incomoda que la estés abrazando o que busques mantener contacto físico con ella.
Ya no te platica todo
Cuando te ganas la confianza de tu pareja siempre busca tenerte al tanto de su día a día, pero cuando el interés hacia ti disminuye deja de contarte todo lo que hace o los planes que tiene. Espontáneamente te llega a platicar cosas importantes que ya lleva tiempo realizando. Únicamente comparte contigo detalles pequeños y que probablemente sin que te los hubiera dicho, tú sabrías de qué se trataba.
No se preocupa por ti
Tanto en las pláticas que mantienen frente a frente como en las conversaciones virtuales ella deja de mostrar importancia por lo que te sucede, ya no pregunta cómo estás y tampoco muestra mucho interés en lo que le dices o en la manera en la cual te haga sentir dicha situación. Además deja de involucrarse en tus actividades, ya no participa en tus pasatiempos o en las cuestiones que tengan que ver contigo.
Ya no insisten en que salgan
Cuando quieres a una persona lo primero que buscas es la cercanía, estar a su lado para disfrutar cada momento. Pero cuando el amor se acaba, lo último en lo que piensan es en querer pasar el tiempo juntos. Por eso ya ni siquiera pregunta qué día se pueden ver o qué experiencias pueden descubrir, siempre tiene otras prioridades y poco tiempo para verte. Ya no insiste en que puedan verse o salir.
Evade
Disminuye la frecuencia con la que responden los mensajes, ya no contesta las llamadas tan rápido e incluso pueden pasar horas o días sin comunicarse. Mantener contacto ya no representa una prioridad ni le da mucha importancia. Además, cuando quieres hablar con ella respecto a sus cambios repentinos, lo único que hace es desviar el tema o negar la situación.
Relaciones
La frecuencia con la que llegan a tener relaciones sexuales también disminuye. Asimismo comienza a buscar pretextos para no mantener dichos encuentros. Cuando llegan a ocurrir, ella no tiene el mismo entusiasmo e incluso tampoco mantiene interés en que alguno de los dos logre experimentar placer. Los actos sexuales los comienza a sentir como una obligación y no como un acto de amor o satisfacción.
Las relaciones no siempre son lo que esperábamos, probablemente no tuviste a la mejor novia o tu relación se volvió tóxica y el final era irremediable.