La Federación Estadounidense de Gimnasia anunció que Simone Biles no se encuentra bien y ha decidido salir de las competencias de Tokio 2020 que le faltaban por ‘razones médicas’.
Posteriormente, la gimnasta de 24 años explicó que se debe a un tema de salud mental. Ha dado un paso atrás para voltear a ver su estado anímico y de bienestar, enfocarse en mejorar su salud y tratarse con terapia, medicamentos o lo que sea necesario para estar bien. «Simplemente no confío en mí tanto como antes. No sé si es la edad. Siento como si no me divirtiera tanto», afirmó llorando.
Simone Biles ha abierto un importante e interesante debate. Lo que genera la exigencia de los Juegos Olímpicos. Y no hablo solo de los entrenadores, sino tener sobre tus hombros el peso de un país entero. Por supuesto que esta presión termina en ansiedad, estrés y más problemas mentales y físicos que dañan considerablemente al atleta, no al superhéroe, al HUMANO.
“Tenemos que pensar en nosotros mismos porque también somos humanos”, menciona Simone Biles.
Nosotros vemos a Biles entrenando, nos emociona cada que hace su aparición en las instalaciones de gimnasia. Millones de personas lo ven igual. Los atletas pasan una presión fuerte pero imagínense a cuánto aumenta siendo la estrella de la edición y la mujer con más medallas de la historia. Todos los ojos estaban en su actuación y no era permitido ni un fallo. La vemos actuar, hacer el deporte que más le apasiona y practicando haciéndolo ver tan fácil, pero detrás de esa sonrisa y ojos concentrados, se encuentra algo mucho más fuerte: sus demonios mentales, como ella misma los llamó.
Ella sabía que algo no estaba bien. Los comentaristas sabían que no estaba bien. El mundo entero se dio cuenta que algo pasaba con Simone Biles. Salió con su entrenador y posteriormente anunciaron que no se reincorporaría por un problema médico. La tormenta había estallado.
Horas después la gimnasta tuvo una conferencia de prensa donde compartió su sentir.
“Después de la actuación que hice, simplemente no quería seguir… Simplemente creo que la salud mental es más importante que los deportes en este momento. Tenemos que proteger nuestras mentes y nuestros cuerpos, y no solo salir y hacer lo que el mundo quiere que hagamos”, dijo.
El mundo se puso de pie. Sí, su país no contará con su participación pero eso no es lo importante aquí. Simone Biles entendió la importancia de dar un paso atrás cuando era necesario. Supo parar y priorizar su salud antes de cumplir con lo que todo el mundo esperaba que hiciera.
“No quería salir, hacer algo estúpido y hacerme daño. Es algo muy importante, son los Juegos Olímpicos, pero al final del día no queremos que nos saquen de allí en una camilla”, dijo.
Qué gran lección nos ha dejado. No importa cuánta presión tengamos, no importa qué debamos cumplir o lo que el mundo espera que hagamos. Tu prioridad debe ser siempre estar saludable en mente y cuerpo, porque como dijo, de lo contrario podrías hacerte más daño y terminar en una camilla.
Foto: Twitter
Las personas con ansiedad, estrés y depresión han aumentado exponencialmente en este último año donde hemos vivido una contingencia de salud mundial. Muchas veces lo dejamos pasar hasta que explotamos y hay graves consecuencias como terminar con la vida.
Pocas veces se habla de estos problemas y luchamos individualmente con nuestra propia mente sin saber el camino a seguir; sin embargo, que no se diga no quiere decir que no exista.
Es un momento complicado, es verdad, pero no solo para él o ella, sino para todas las personas alrededor. ¿Cómo ayudarle a una persona que tiene ansiedad? Tenemos algunos consejos.
Simone Biles nos ha dejado varias lecciones:
¿Por qué Simone Biles no se retiró antes de Tokio 2020?
Por la presión, esa es la realidad. Fue una se las chicas abusadas sexualmente por el médico de la selección nacional Larry Nassar. Un día antes de la sentencia de Nassar, la gimnasta escribió en su cuenta de Twitter: “Me sentí un poco rota y cuanto más trato de apagar la voz en mi cabeza, más fuerte grita”.
Se pudo haber retirado con la gran imagen que tiene, como una de las mejores gimnastas de todos los tiempos, pero no lo hizo y decidió seguir porque sería la única chica que pasó por los abusos de Nassar que aún competiría. Su cabeza le decía que no permitiera que ese amargo trago la acabara. Sintió que su presencia en los Juegos Olímpicos era más grande que ella, una oportunidad para impulsar el cambio. “Siento que si no hubiera un superviviente restante en el deporte, ese tema lo habrían dejado a un lado”, confesó.
Cuántas cosas tenía cargando. Cuántas miradas estaban sobre ella. Cuántos comentarios recibe diariamente, buenos y malos, sobre su desempeño, entrenamiento y desgraciadamente sobre su físico también.
Simone Biles sabe la importancia de concursar en Juegos Olímpicos, sabe el honor y recompensa al esfuerzo que es llegar a una final pero ahora también sabe lo vital que es dar un paso atrás cuando es necesario y priorizar la salud mental.