Un día eres joven y al siguiente abres artículos como éste. Ya empezaste a notar el paso del tiempo y poco a poco te has convertido en un adulto responsable que come verduras, evita desvelarse y hasta usa bloqueador todos los días incluso para ir a la oficina porque, ¿quién quiere arrugas y cáncer de piel? Sin embargo, ¿sabías que el sol, en su debida medida, puede ayudarte a prevenir otros tipos de cáncer?
Para funcionar adecuadamente, nuestro cuerpo requiere un balance de nutrientes, minerales y vitaminas. La mayoría de ellas las obtenemos a través de los alimentos, pero hay una que se obtiene principalmente de la luz del sol.
La vitamina solar
La vitamina D tiene dos formas: vitamina D2 y vitamina D3. La primera se encuentra en algunas plantas y peces, pero la segunda solo es sintetizada en la piel por acción de la luz del sol. Casi todas las células humanas tienen receptores de vitamina D, por lo que su efecto se expresa de muchas maneras en nuestro cuerpo. La vitamina D, por ejemplo, es la clave para la absorción del calcio, previniendo la osteoporosis y el riesgo de fracturas. También regula casi todos los mecanismos de defensa del organismo y recientemente se ha demostrado que influye en la salud cerebral.
Los riesgos de vivir sin vitamina D
Gracias a sus muchos efectos en el cuerpo, la falta de vitamina D puede provocar enfermedades cardiovasculares y autoinmunes. También aumenta el riesgo de padecer diabetes, infecciones, procesos neurodegenerativos y osteoporosis. Esto sin mencionar el cáncer. De acuerdo a diversos estudios, las personas que presentan un déficit en esta vitamina tienen de 30 a 50% mayor riesgo de presentar cáncer de mama, próstata y colon, entre otros.
¿Por qué nos falta vitamina D?
Según datos de la Instituto Nacional de Salud Pública, a uno de cada tres mexicanos adultos le hace falta vitamina D; lo cual se debe a diversos factores que dificultan su síntesis, por ejemplo:
¿Cómo podemos obtener Vitamina D sin exponernos a los riesgos del sol?
Si bien necesitamos del sol para sintetizar esta importante vitamina, no podemos negar todo lo que sabemos sobre los efectos negativos del sol en nuestra piel. Esto ha generado un debate entre especialistas, pues aún no se han logrado establecer recomendaciones que garanticen un balance entre los efectos positivos de la vitamina D y los negativos de la sobreexposición a la UV. Por lo pronto, la recomendación más aceptada es tomar de 10 a 15 minutos de sol tres veces a la semana, procurando que el sol nos dé sobre la piel de la cara, los brazos, la espalda o las piernas (sin protector solar).
Pero si plano no quieres exponerte nada al sol, es súper importante que sumes a tu dieta alimentos ricos en vitamina D, por ejemplo salmón y atún. Esta vitamina también está presente (en mucho menor medida) en el hígado de res, el queso, la leche, la mantequilla y la yema de huevo. También existen medicamentos que te aportan hasta 4000 unidades de colecalciferol (vitamina D), lo que te ayudará a mantener tu equilibrada vida de adulto; si consideras esta opción, no olvides consultar a tu médico.