Si bien es cierto que trabajamos para sentirnos satisfechos y desarrollar nuestras habilidades, incluso para brindarle un servicio a nuestra propia comunidad, trabajar en exceso podría causar un derrame cerebral.
El dicho popular ‘todo en exceso es malo’ es más que cierto; resulta que trabajar la mayor parte del día y olvidarte de tu vida personal puede ser más catastrófico que un dolor de espalda crónico.
De acuerdo con los investigadores de la UCL Epidemiology & Public Health, los workaholics (adictos al trabajo) pueden experimentar ansiedad, estrés crónico, depresión e incluso padecimientos que aunque se pueda vivir con ellos, disminuyen de manera significativa la calidad de vida.
Aunque la mayoría de las veces los jefes en las empresas interpretan como una falta de irresponsabilidad el irse a la hora de salida de la oficina, también es cierto que tu jefe no pagará por los daños a tu corazón ni a tu cerebro.
Algo muy similar al karoshi en Japón, la muerte que se da por exceso de trabajo en el país nipón, pero que notablemente no es exclusivo de este país, sino incluso de México, en donde a pesar de tener jornadas laborales de al menos 9 horas para luego seguir en casa y hasta fines de semana, no alcanzamos el nivel de país desarrollado.
Los estudios lo avalan
No lo decimos nosotros, lo dice la ciencia. De acuerdo con la investigación de la UCL Epidemiology & Public Health, es posible presentar afecciones que pueden ser mortales si se lleva un ritmo acelerado de vida, dormir pocas horas o no tener momentos de esparcimiento para relajarse y disfrutar de la vida real, fuera de una oficina o lejos de un monitor.
¡25 estudios!
Además, no solamente un estudio avala estos datos. En total se hicieron 25 estudios con 600 mil hombres y mujeres estadounidenses, europeos y australianos, quienes fueron monitoreados a lo largo de ocho horas.
Aquellos que tenían jornadas de 55 horas o más por semana, tenían el riesgo inminente de sufrir un accidente cardiovascular en un 33%, en comparación con aquellas personas con jornadas de máximo 40 horas.
Sin importar la edad…
Claro que si te alimentas peor, fumas y tienes hábitos dañinos, serás más propenso, sin embargo, factores como la edad, el sexo y el estado socioeconómico, el cual puede repercutir directamente en el estado emocional, no son factores que hagan tanta diferencia para ser blanco fácil de una enfermedad coronaria.
¡Pero tengo que pagar las cuentas!
Sabemos que no es tan fácil sólo apagar la computadora y salir a montar un velero, pero lo que es tu responsabilidad es intentar cumplir con tus horarios y no distraerte tanto en tu trabajo para poder cumplir con tu horario en medida de lo posible. Acomoda tu horario para poder realizar al menos una hora de deporte al día, al menos de lunes a viernes y por supuesto, aliméntate de manera adecuada. En lugar de bajar por un cigarro, ve a darle la vuelta a la manzana de tu oficina o baja y sube las escaleras para activar tu sistema.
Recuerda que la vida pasa muy rápido y más vale la pena disfrutarla, ¡trabaja en algo que te guste y cuídate que tus jefes no lo harán por ti!
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