Recuerdo a una amiga en la escuela que, sin importar lo buena que fuera la clase, se quedaba dormida. Siempre tenía sueño y al llegar al salón de clases no pasaban más que unos minutos antes de que su cabeza, siempre apoyada contra la pared, el marco de la ventana, comenzara a mecerse. Pensaba que se trataba de una persona muy cansada cuya rutina no le permitía descansar, por lo cual siempre que lograba sentarse era inevitable dormir. Hoy la veo como una de las personas más activas, como si esa durmiente personalidad de antes nunca hubiera existido y me doy cuenta que antes había muchas cosas que no entendía.
“Considerado como el trastorno de la bella durmiente, se caracteriza por episodios de mínimo 18 horas de sueño, llegando incluso a 24”.
Los trastornos de sueño son una realidad. No se trata de algo específico de trabajos de mucho estrés o de personas encerradas en la burbuja llena de contaminación y estrés que llamamos ciudad. No. Se trata de algo que sucede con mayor frecuencia. Aunado a la hiperrealidad en la que vivimos sobreestimulados a toda hora, los trastornos del sueño se han transformado. Hoy podemos pasar días cansados, dormir todo un fin de semana y no poder conciliar el sueño durante las únicas horas que realmente tenemos para descansar. Siempre debes consultar a un experto antes de comenzar cualquier especie de tratamiento, pero si consideras que duermes muy poco o incluso que duermes demasiado, esta información puede ser útil.
Los factores de riesgo para padecer algún trastorno son: edad, sexo, factores socioeconómicos, estado civil (se ha detectado que las personas divorciadas o viudas son propensas a sufrir algún trastorno de sueño), uso y abuso de sustancias, enfermedades médicas y enfermedades psiquiátricas.
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Insomnio no orgánico
“Se caracteriza por una calidad y/o cantidad de sueño insatisfactorio que persiste durante un periodo considerable de tiempo e incluye dificultad para conciliar, mantener el sueño o despertar precoz”.
El más frecuente de los problemas supone la inestabilidad para dormir. Puede significar la imposibilidad de dormir, o dormir y no tener un sueño reparador. Es posible que el sueño se altere al menos tres veces por semana durante un mes y puede producir un malestar marcado en el funcionamiento de la persona. Algunas de las causas es una alteración biológica, una circunstancia médica o el abuso de sustancias, ya sean medicinas u otras. Si el insomnio dura más de cuatro semanas puede ser considerado crónico, severo y refractario.
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Hipersomnia no orgánico
“Es la somnolencia excesiva durante el día al menos por un mes evidenciado por sueño prolongado (mayor de ocho horas) con la calidad del sueño normal, dificultad al despertar, somnolencia en las horas habituales de vigilia, por lo que hay siestas intencionadas y sueños inadvertidos”.
Tener sueño todo el tiempo parece algo común. Tal vez antes no muchos lo decían, pero hoy, con el abuso de redes sociales, pareciera que todos odian la vida y prefieren dormir antes que hacer cualquier cosa. Algunas personas simplemente disfrutan el reconfortante descanso, pero otras duermen por muchas horas y no logran sentirse con energía y vitalidad.
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Síndrome de Kleine Levin
Considerado como el trastorno de “la bella durmiente”, se caracteriza por episodios de mínimo 18 horas de sueño, llegando incluso a 24. Se asocia con desinhibición, ingesta excesiva y cambios drásticos de peso. Común entre hombres adolescentes, pero también puede estar asociado a la menstruación y marcar patrones alterados de conducta.
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Trastorno no orgánico del ciclo sueño-vigilia (trastornos del ritmo cardiaco)
Algunos trastornos derivan de éste. Se encuentran los que retrasan la fase de sueño, los causados por cambios de husos horarios
—mejor conocido como jet lag
—, por trabajar distintos turnos y no tener una rutina para dormir y otros no especificados como adelanto de la fase del sueño, patrón de sueño irregular y un ritmo distinto de 24 horas.
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Sonambulismo
“Es un estado de conciencia alterada en la que se combinan fenómenos del sueño y vigilia. Durante un episodio de sonambulismo, el individuo se levanta de la cama por lo general durante el primer tercio del sueño nocturno, y deambula, mostrando un nivel bajo de conciencia, reactividad y torpeza de movimientos. Cuando despierta no suele recordar el acontecimiento”.
Aunque el sonambulismo puede aparecer a cualquier edad, los niños entre cuatro y ocho años son los más propensos, después siguen los adolescentes. Este trastorno puede causar narcolepsia, trastorno del comportamiento del sueño y trastornos respiratorios del sueño. Estos son algunos criterios que se usan para diagnosticar sonambulismo:
“El síntoma predominante son episodios reiterados
—2 o más
— en los cuales el individuo se levanta de la cama, generalmente durante el primer tercio del sueño nocturno, y deambula durante varios minutos hasta media hora”.
“Durante un episodio, el individuo tiene el rostro inexpresivo, mirada fija y una relativa falta de respuesta a los esfuerzos de los demás por modificar el episodio o para comunicarse con él”.
“Al despertar, el individuo no recuerda el episodio”.
“Al cabo de varios minutos de despertar del episodio, no hay trastornos de la actividad mental o del comportamiento, aunque inicialmente puede haber un periodo corto de cierta confusión y desorientación”.
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Narcolepsia
“Trastorno que se caracteriza con somnolencia excesiva típicamente asociada a cataplejía y otros fenómenos del sueño REM, como parálisis del sueño o alucinaciones hipnagógicas e hipnapómpicas. Los ataques de sueño deben ocurrir diariamente por al menos tres meses y son desencadenadas por emociones intensas, sin embargo, no es necesario que exista la presencia de cataplejía”.
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No hay que confundir el placer que proporciona descansar con depresión o algún trastorno del sueño. Es importante que si sientes que algo no anda bien, acudas al doctor para entender qué sucede. Te dejamos con algunos datos que no sabías acerca de los sueños y con una guía definitiva para dormir bien y así descansar como se debe.
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Fuente: Cenetec