En vano fueron todas las lecciones de honestidad aprendidas en el jardín de niños o la muerte del tío Ben, quien justo antes de morir le dio a Peter Parker un gran consejo: «un gran poder conlleva una gran responsabilidad». Sin embargo, hay poderes que algunas personas desearían nunca haber descubierto, pues más que medios para llegar al bien común parecen armas de destrucción masiva a punto de estallar sin poder evitarlo.
Lo único real detrás de toda esta palabrería sobre superhéroes y sus habilidades, es que el poder más grande proviene de un simple saber. El conocimiento de algo que otros ignoran es capaz de cambiar, de manera radical, la vida de un individuo o del mundo entero para siempre. Por ejemplo, para Abdul Alhazred esa información secreta fue la que guardó en el libro perdido del Necronomicón; por otro lado y en un sentido menos dramático, para algunas personas dicho poder se reduce a saber sobre la infidelidad de su mejor amiga.
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¿Cómo la infidelidad de alguien puede ser tu súperpoder?
Considerando que tienes en tus manos la capacidad de hacer reír o llorar a más de una persona con apenas unas cuantas palabras, pensar sólo en la responsabilidad que reposa sobre tus hombros representa un verdadero dilema que debes resolver tarde o temprano. En primer lugar está tu mejor amiga quien probablemente se la esté pasando bien manteniendo en secreto su infidelidad; sin embargo, no se puede ignorar lo mal que la está pasando su pareja, cuyo semblante te causa cierto sentimiento de culpa y lástima a pesar de que ni siquiera le consideras tu amigo.
Para ejemplificar esto de un modo un poco retorcido, podríamos equiparar este hecho al de ver a un animal agonizar; nunca faltarán quienes al ver el sufrimiento de la pobre criatura decidan atestarle un tiro de gracia, aunque también estarán los que, en nombre de la misericordia, harán hasta lo imposible por conservarle con vida aunque todo ello implique una pérdida de tiempo. Ante una situación así, lo único que queda por preguntar es qué haría cada persona al enfrentarse a un dilema similar.
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¿Le revelarías esa infidelidad a la pareja de tu mejor amiga?
Entre más personas son cuestionadas acerca de ello, las opiniones varían considerablemente, aunque no por las razones que cualquiera esperaría. En un primer momento podríamos pensar que, todos callarían la verdad de la situación para no perjudicar a su mejor amiga; sin embargo, tratan de no involucrarse en la infidelidad para que ella no le use como una especie de chivo expiatorio al que pueden recurrir para encubrir un cita o alguna escapada hacia otro lugar.
«Te arriesgas a perder una amistad y a que, como mensajero, incluso tú salgas perdiendo en toda esta situación. Siempre puedes vivir sabiendo que alguien es engañado olímpicamente y él ni siquiera lo sospecha…»
—María, 23 años
Con el novio, simplemente prefieren no interactuar; si no es precisamente su amigo, optan por ignorarle y dejarlo vivir en esa falsa felicidad que de momento le funciona para mantenerse enamorado. Después de todo, ellos no tienen la autoridad suficiente para elegir sobre la felicidad de las personas, alejándonos de cualquier súperpoder o conocimiento privilegiado, hacer eso sería aún más egoísta que quedarse callado para evitar una catástrofe sentimental. Fatalidad que atente incluso con una amistad que ha tomado años para formarse y que, con un solo comentario, podría derrumbarse definitivamente.