Los avances tecnológicos nos ofrecen una manera distinta de liposucción sin dolor: la ultracavitación, técnica que consiste en aplicar ondas mecánicas de ultrasonido, las cuales producen vibración y se encuentran por encima de la capacidad de sonido del oído humano. Las ondas son manejadas a través de aparatos de metal, los cuales se usan directamente en la piel de piernas, muslos, caderas y brazos junto con un gel lipotensor. Esta técnica busca disminuir la grasa acumulada en ciertas partes del cuerpo, además de reducir la celulitis y dar uniformidad a la piel.
La ultracavitación rompe los adipocitos —células grasas—, mediante la vibración y fricción las ondas del ultrasonido “quiebran” en pequeñas partículas la grasa, y se convierten en moléculas que luego son expulsadas por el sistema linfático a través de la orina o heces.
Lo interesante de esta técnica es que los resultados se ven desde la primera sesión. Para culminar con el tratamiento estético se deben realizar de seis a ocho sesiones con duración de 30 a 45 minutos; se realiza una por semana durante un periodo de dos a tres meses. Las sesiones son muy cómodas, sin invasión y no producen ningún tipo de dolor. Más bien el paciente sentirá una especie de masaje relajante, además de reducir aproximadamente dos centímetro por sesión sin algún procedimiento quirúrgico. Sin embargo, los especialistas recomiendan mantenerse hidratado antes, durante y después del tratamiento, ya que el líquido ayudará a botar las partículas de adipocitos.
Otras de sus ventajas es que ayuda a reducir la celulitis hasta en 80%. Los pacientes pueden elegir en cuáles zonas desean realizar el tratamiento, por lo que muchos consiguen reducir la llamada “piel de naranja” y reafirmar el tejido de la piel, lo cual es muy ventajoso para personas de cierta edad. De igual forma, esta técnica no provoca efectos secundarios, pero se recomienda mantener una dieta balanceada en nutrientes y proteínas, pues a pesar de que la zona donde se realiza el tratamiento queda libre de adipocitos, se puede complementar el tratamiento con ejercicios y una buena alimentación.
Es importante mencionar que para finalizar el proceso de la ultracavitación se recomienda hacer un drenaje linfático, que consiste en hacer masajes terapéuticos para activar las zonas de mayor funcionamiento linfático y así ayudar a eliminar el líquido intersticial y las moléculas de gran tamaño que van quedando en el organismo.
Por otro lado, este tratamiento no es recomendado para personas que padecen de diabetes o de altos niveles de colesterol, ya que esto les dificultará eliminar la grasa de su organismo. Tampoco para mujeres embarazadas o en proceso de lactancia, pues los ultrasonidos pueden causarle daños al bebé y los adipocitos que se buscan eliminar pueden llegar al torrente sanguíneo del neonato.
Así que si se buscas una forma no invasiva, fácil y práctica para combatir la grasa localizada, la celulitis o simplemente dar tonicidad al cuerpo, esta técnica que nos brinda la tecnología, es una gran solución.
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