Este 21 de marzo no sólo celebramos la llegada de la primavera, sino el Día Internacional de los Bosques y para eso recordamos algunos bosques famosos de la literatura universal que podrías visitar.
Cada año, Naciones Unidas rinde homenaje a la importancia de todos los tipos de bosques e intenta generar una mayor conciencia al respecto, además de cuidarlos, hay que recordar su importancia, pues sin ellos no respiraríamos aire fresco… en donde todavía lo hay.
Estos bosques sirvieron como inspiración para los títulos más mágicos y se hicieron famosos por su aparición en algunas obras de literatura juvenil e infantil.
Carlingford Lough – Las crónicas de Narnia
Ubicado en Irlanda, la ensenada de Carlingford Lough, que hace frontera entre Irlanda del Norte y República de Irlanda, fue un escenario primordial en el que CS Lewis, escritor de esta obra, se inspiró para crear el mundo de Narnia. Lewis creció en Belfast, por lo que contaba con el condado de Down como referente para imaginar sus historias en los paisajes de su isla.
Bosque de Dean – El Señor de los Anillos
El bosque de Dean, ubicado en Reino Unido, en el condado inglés de Gloucestershire, sirvió como inspiración para J.R.R. Tolkien para crear su Tierra Media, la cual plasmó en sus obras El Hobbit y El Señor de los Anillos.
Incluso en las películas de dichas obras aparecen algunos escenarios rodeados de este bosque el cual también J. K. Rowling menciona en Harry Potter.
Bosque de Maienfeld – Heidi
La escritora de Heidi, Johanna Spyri recreó una aldea suiza a la cual llamó Dörffi, tomando como inspiración el pueblo de Maienfeld, el cual cuenta con un bosque de 10 kilómetros cuadrados que junto a los bellos alpes suizos aparecen en esta novela del siglo XIX.
Parque Nacional Olympic – Crepúsculo
Ubicado en Estados Unidos en el estado de Washington, Forks es uno de los pueblos madereros más populares en donde los visitantes pescan trucha y salmón. Es en los bosques que rodean este pueblo de unos 3 mil habitantes en donde los personajes de la serie de Crepúsculo que además, si se recorren unos cuantos kilómetros, se tiene muy cerca al Pacífico para tener dos ecosistemas el mismo día.
Bosque de Ashdown – Winnie the Pooh
El escritor británico A. A. Milne fue el creador de esta obra. Tomó el bosque de los Cien Acres como escenario para darle lugar a la obra del oso glotón de miel y sus amigos. Se trata de una reserva natural en el condado de Sussex, al sur de Inglaterra, el cual cuenta con un área de 2 mil hectáreas con magníficos abedules y pinos.
Es un bosque ideal para los habitantes de Londres, pues se ubica a 50 kilómetros de este. El ilustrador E. H. Shepard reflejó fielmente muchos de los paisajes de Ashdown en los libros ilustrados de Winnie the Pooh.
Reinhardswald – Cuentos de los Hermanos Grimm
Los hermanos Grimm crecieron y vivieron siempre en Hesse, una región alemana que les sirvió como inspiración para crear las obras más conocidas de la literatura que se considera infantil, aunque si has leído las historias, sabrás que ningún niño podría crecer tranquilo de haber conocido las versiones originales de las películas. Los paisajes de Caperucita Roja, Blancanieves o El gato con botas tienen como escenario esta zona en el pueblito medieval de Hofgeismar, lugar en el que también encontramos el castillo de La Bella Durmiente.
Parque Los Arrayanes – Bambi
Todos recordamos la película animada de Disney, pero en realidad es una obra escrita por el autor austriaco Felix Salten en 1923. Al transferirla a la película, el equipo de Walt Disney se inspiró en el Parque Nacional de Los Arrayanes, un bosque ubicado en la provincia de Neuquén en Argentina, lleno de humedales y arrayanes, ideal como escenario para reproducir la obra.
Si ya leíste todas estas obras, ¿qué esperas para recorrerlos?
Imagen destacada por Daniel Benítez.
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