Puedo escuchar su risa maquiavélica cada vez más cerca. A pesar de que no logro verlo con claridad sé que ahí está. No entiendo cómo algunos pueden encontrarlos divertidos; a mí me aterran más que nada en este mundo. Quizá se deba a lo que el séptimo arte ha hecho con ellos. De lo que sí estoy seguro es que no quiero verlo.
Escucho sus pasos acercándose, acompañados de esas carcajadas que hacen eco en la habitación. Veo una sombra unos metros más adelante. Ahí está. Pronto doblará la esquina y quedaremos frente a frente. El terror se apodera de cada parte que conforma mi cuerpo. Parece que el control que una vez tuve sobre mí me ha dejado. Ha salido corriendo de la habitación para abandonarme a mi suerte.
Una vez más escucho esa terrible risa. Entonces veo una nariz roja que se asoma entre la pared. Los pies rozan el suelo con cada paso que da, haciendo un sonido que me llega hasta lo más profundo de mi ser. Cierro los ojos un segundo. Me concentro en pensar que esto no es real. Es mi imaginación.
Abro los ojos y veo ese punto rojo en medio de la cara ahora frente a mí, a unos cuantos metros de distancia. No puedo dejar de verlo. Me atrapa y me guía hasta esos grandes y oscuros ojos. Él nota que lo he visto; ya tiene lo que quería: mi atención. Me sonríe. Su boca ocupa más de la mitad de su cara. No hay nada de bondad en ella. Me paraliza. Quiero escapar pero no lo puedo dejar de mirar. Vuelvo a escuchar esa risa maquiavélica, ahora se escucha con mayor intensidad. Ya viene. Cada vez con paso más acelerado se dirige a mí. Quiero despertar, pero no puedo. No hay nada que me aterre más en este mundo.
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Los payasos o clowns son para muchos terroríficos. Estos seres encargados de hacer reír a la gente, sobre todo niños, son en realidad los responsables de muchos gritos por las noches, además de ser los enemigos más grandes de los pequeños. Pero, por qué han pasado a ser vistos de esta manera. Con películas aterradoras como Eso podemos comprender el porqué se les tema tanto. Pero debemos confesar que la vestimenta puede resultar también extraña y aterradora. El maquillaje puede ser también un factor importante. Por todo lo anterior, muchos niños les temen. Es un miedo que con los años puede desaparecer, pero también puede permanecer e incluso crecer.
La coulrofobia es la fobia que se tiene hacia los payasos. En algunos casos es un miedo intenso, en otros pánico que llega a ser terror.
El fotógrafo nacido en 1972 en Cognac, Francia, Eolo Perfido, ha realizado una serie que retrata la imagen tétrica que se tiene sobre los payasos. Con la ayuda del maquillaje de Valeria Orlando, la serie titulada Clownville se convierte en una verdadera pesadilla.
Aquí te dejamos algunas fotografías de clowns bastante tétricas. Si padeces de coulrofobia probablemente no puedas ver la serie completa.
Clownville: Smile
Clownville: Screamer
Clownville: Bon Vogage
Clownville: Rocker
Clownville: SolitudeClownville: Mother Crying
Clownville: Columbine
Clownville: The Butcher
Clownville: The King
Clownville: Jugglernaut
Clownville: Mein Klown
Clownville: Queen
Clownville: Mon SoonClownville: Grock 1
¿Y a ti te dan miedo los payasos?
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Conoce más del trabajo fotográfico de Eolo Perfido en su página oficial.