¿Te has dado cuenta que en algunas pinturas o fotografías aparece una mosca acompañando su composición?
Tal vez haya existido alguna ocasión en la que hemos intentado espantar a la mosca que aparece ahí, en alguna pintura o fotografía, y al darnos cuenta que no se trata de una real, la pregunta del porqué decidieron incluirla nos invade la mente, es cierto que cada artista puede darle una interpretación asilada y tener sus razones para adornar su pieza con este insecto o por mera cuestión de estilo, pero encontramos que el misterio de la mosca, tiene historia y múltiples interpretaciones desde hace mucho tiempo.
A partir del Renacimiento se volvió común que “la mosca” apareciera en muchas pinturas tratando de engañar al observador o buscando que pareciesen más realistas. La representación de insectos junto a otros recursos como la perspectiva, buscan acentuar con mayor fuerza la apariencia de una imagen realista, por otro lado la mosca es un insecto cotidiano, uno de los más presentes en nuestra vida, casi siempre hay una o varias a nuestro alrededor.
Más allá de atribuirle un significado como los anteriores a la presencia de las moscas en el arte, Andor Pigler (1899-1992), historiador de arte y durante muchos años director del Museo de Arte de Budapest, escribió un catálogo de las pinturas en las que aparecían moscas y argumenta que, en ocasiones, la presencia de moscas se hacía precisamente para espantar a las moscas verdaderas para que no posaran en los cuadros.
En los bodegones (obras de arte de naturaleza muerta) y, sobre todo, en las Vanitas, (categoría particular de bodegón, de alto valor simbólico, muy practicado en la época barroca, particularmente en Holanda) tiene un valor simbólico, evoca la corrupción, es decir, el carácter de fragilidad de la existencia humana en este mundo.
Otra caracterización simbólica de la mosca es como representación del demonio Beelzebú en cuadros de temática religiosa o en retratos con intención moralizante. Parece ser que el nombre Beelzebu significa, precisamente, “Señor de las moscas”, porque los pensadores cristianos como San Jerónimo y San Isidoro, lo definían como “un sucio ídolo pagano que estaba cerca de la inmundicia”.
Uno de los artistas contemporáneos que inserta una mosca en la mayoría de sus trabajos, es el fotógrafo taiwanés Yung Cheng Lin o “3cm”, a través de sus series Rituals, Skin, Différance y Tag, ente otras.
“No hay explicación para mis imágenes porque quiero que hayan diferentes y variadas interpretaciones, y me gustaría ver cuáles son“. Tal vez la mosca este ahí para acentuar el realismo ya plasmado en sus fotografías y darle un sentido de cotidianidad.
¿Cuál es tu interpretación?