«Pierde tu alma y perderás tu alma», dice una antigua frase popular que reforzaba la idea de que los hombres con barba eran sabios, más fuertes y mucho más varoniles. Después de todo, algunos de los hombres más importantes de la historia no escatimaban con su vello facial y lo hacían relucir, incluso en círculos en los que no era popular. Sócrates, William Shakespeare, Marco Aurelio y hasta Abraham Lincoln la usaban indiscriminadamente y denotaban cierto poder por encima del resto de las personas.
Desde hace algunos años, después de que los cambios sociales afirmaran que la barba sólo era usada por vagabundos y hombres de poca higiene, la barba ha vuelto como un complemento necesario para cualquier individuo. La era hipster y las nuevas costumbres trajeron de vuelta las enormes barbas de filósofo, las estéticas de los artistas excéntricos y las sutiles para quienes sólo necesitan mostrar un poco de virilidad.
Cientos de chicos descubrieron que su verdadera imagen había estado enterrada por decenas de rastrillos y finalmente liberaron la fortaleza que tanto necesitaban… (algunos más que otros).
De esa forma, Gwilym Pugh, un vendedor de seguros de vida, cambió completamente su vida después de decidir dejarse crecer la barba, modificar su dieta diaria y comenzar a hacer ejercicio. Pasó de ser un individuo cualquiera a uno de los hombres más hermosos de Instagram.
Gwilym Pugh no era un hombre de mucha actividad física, y afirma que después de la crisis de 2007 se quedaba horas enteras trabajando desde casa sin hacer ejercicio, bebiendo demasiado, y sin pasar tiempo con otras personas, tanto así que llegó a pesar más de 120 kilos. Usando sus propios sistemas de análisis para seguros de vida, se dio cuenta de que si seguía viviendo así, era posible fallecer más rápido que una persona promedio, por lo tanto, decidió cambiar por completo todas sus costumbres.
En un proceso que duró de 5 a 7 años, Pugh logró bajar más de 40 kilos hasta llegar a su peso ideal. Pugh intentó varias dietas hasta que llegó a la conclusión de que sólo se necesita tener conciencia de las elecciones alimenticias basándose en su actividad diaria y en qué ha comido a lo largo del día. Asimismo, realiza ejercicio constantemente dentro y fuera del gimnasio y cuida tanto de su piel como de su cabello.
Desde que comenzó a trabajar en su imagen se dejó crecer la barba y se unió a una banda, pero además de eso, inició una cuenta de Instagram en la que publicaba fotografías constantemente. Esto llamó la atención de algunas agencias de modelaje y en poco tiempo Pugh ya era un hombre insólitamente atractivo.
A la fecha ha trabajado con Diesel, Original Penguin, Vans, LG Mobile y otras empresas internacionales que lo han usado como el rostro principal, y es que su transformación fue insólita. Parece que ya no hay nada del antiguo Gwilym Pugh y ahora es la imagen viva de la testosterona, demostrando que un hombre con barba es diez veces más llamativo que uno sin vello facial.
Pugh posiblemente sea la prueba de que no hay hombres poco atractivos, sino descuidados. El hombre sólo necesitó levantarse del asiento de su casa, dejar crecer su vello facial y ponerse a hacer ejercicio para convertirse en lo que algunos llaman “semidios”. Claro, no es el tipo más atractivo del mundo, pero su barba e imagen frente a la cámara son increíblemente sorprendentes, tanto así que nos recuerda que quizá sea cierta la idea de la fortaleza que aporta el vello facial y cómo, sin duda, puede cambiarle la vida a alguien.
Si quieres ver más fotografías de Gwilym Pugh, visita su sitio web.