Texto escrito por Federico Alegria
Hiroshi Sugimoto nació en Tokio, Japón, en el año de 1948, y hoy es uno de los fotógrafos contemporáneos más reconocidos dentro del mundo del arte. Divide su tiempo entre Tokio y Nueva York, su obra artística ha sido muy prolífica al enfocarse en diversas temáticas y sujetos.
Hiroshi obtuvo su primera cámara a los 12 años, y en 1974 comenzó a estudiar Política y Sociología en la Universidad Rikkyō, pero luego cambió de idea y se graduó en Bellas Artes en el Art Center College of Design de Pasadena, California. Después de esto, Sugimoto se estableció en la ciudad de Nueva York y pronto trabajó como vendedor de antigüedades japonesas en Soho. Ya dentro del mundo de la fotografía, trabaja siempre con base a temas, selecciona uno y lo desarrolla hasta que alcanza lo que él considera como la cúspide del mismo.
Su primer trabajo serio dentro del mundo de la fotografía artística fue la serie titulada “Dioramas”, inspirada en las piezas expuestas en el Museo Americano de Historia Natural de Nueva York. Dos años más tarde, inició otra serie llamada “Teatros”, la cual es una obra única de la fotografía; en ella los sujetos son los espacios dentro de las pantallas de cine, desde arquitecturas complejas hasta autocines. Todas las imágenes presentan una pantalla por completo blanca al centro, sumergidas en completa soledad.
Sugimoto ha trabajado en muchas ocasiones con largas exposiciones, y ésta fue una de las obras más icónicas de dicha técnica. Cada fotografía fue expuesta para mantener el obturador de la cámara abierto durante el tiempo exacto que duraba la película que estaba siendo proyectada en ese momento. Es decir que cada imagen pudo haber oscilado entre los 90 hasta los 180 minutos —más o menos— en cada caso. Esto permitió que el artista capturara no sólo toda la película de una manera onírica, también al contexto que envolvía a la pantalla siendo iluminado por la película que se proyectaba en ella.
Otra de las obras más famosas que tiene son sus paisajes marinos minimalistas y degradados. Todos ellos muestran una dualidad simétrica entre el mar y el cielo, con un horizonte capturado de manera cuidadosa y perfecta. Algunos de sus paisajes marinos se han disparado a velocidades de obturación normales, como 1/30 o 1/60 de segundo, y conservan la textura ondulada del mar; otros más son exposiciones largas que muestran a un cielo de textura sedosa y a un mar de textura pulida. Una de estas imágenes fue utilizada para el álbum No Line on the Horizon de U2.
Hiroshi Sugimoto es uno de los grandes titanes de la fotografía artística actual, y se puede apreciar más de su trabajo en su sitio web personal, así como algunas de sus obras en la Galería de Arte Fraenkel.
**
Conoce el trance onírico que experimentan los fantasmas en ciudades abandonadas y que pudo capturar en seis imágenes el fotógrafo ruso Alexey Titarenko.
**
Federico Alegría
+50374683470