“El sistema, que no da de comer, tampoco da de amar: a muchos los condena al hambre de pan y a muchos más condena al hambre de abrazos.” Eduardo Galeano
En 1989, el escritor uruguayo Eduardo Galeano publicó “El libro de los abrazos”, una recopilación de 191 relatos breves sobre la pobreza, la desigualdad y los “nadies” que cuestan menos que la bala que los mata. En la sencillez de sus líneas se ocultan reflexiones profundas acerca de la cruda realidad y de la cultura en todos sus matices, al trazar relaciones de la política al amor, de la sociedad a la guerra y de las costumbres a la memoria. Estas palabras hoy encuentran luz en el fotoperiodismo como mirada crítica al retratar el “verdadero” México: el de los contrastes.
Son esos temas socioculturales relacionados con lo cotidiano, la identidad, la memoria, la diversidad sexual y la migración los elementos de las fotografías de Jacky Muniello, inspiradas por las frases de Galeano.
Esta fotógrafa mexicana visualiza las fronteras desde la experiencia de los inmigrantes, en un esfuerzo por combatir la indiferencia, pues en eso consiste el fotoperiodismo para Muniello, en un medio para representar y comunicar a través de fotografías determinados acontecimientos, personajes o sucesos. Como las historias que se cruzan y coinciden en el paso por los albergues, espacios de cuidado en áreas de control y vigilancia, convertidos en centros de tráfico de drogas, desigualdad, violencia e irónicamente único refugio para familias enteras que persiguen el ideal del sueño de una vida mejor, en un camino donde sólo encuentran marginalidad y crimen.
Muniello se propone entender al migrante por su papel en la sociedad y desde su terminología, partiendo de que el migrante que emigra es aquél que se detiene y se queda viviendo en un lugar; mientras que el inmigrante es el expulsado de los Estados Unidos y puede caer en el caso del migrante que se vuelve indigente sin tener dónde vivir, ni un trabajo, aquél que lo ha perdido todo, incluyendo su identidad pues no posee una identificación que lo reconozca y legalice.
A Jacky Muniello le interesa indagar también en las causas, retratar o evidenciar en imágenes el círculo vicioso de un narcotráfico que convierte el territorio en una Geografía del Dolor, en testimonios de impunidad que ayudan a entender la falsa justicia en México; las imágenes de esta autora no sólo retratan el dolor y la angustia de la migración sino que lo hacen desde casos específicos como los niños abandonados en albergues fronterizos administrados por el gobierno de Estados Unidos ante la incertidumbre de sus padres, quienes prefieren dejarlos ahí y darles la oportunidad de ser adoptados y tener un mejor futuro.
Estas son las historias que Jacky Muniello convierte en retratos empáticos que no pierden la esencia documental ni el carácter narrativo de sus relatos fotográficos.
“Yo escribo para quienes no pueden leerme. Los de abajo, los que esperan desde hace siglos en la cola de la historia, no saben leer o no tienen con qué.” Eduardo Galeano.
Sus fotografías son reflejo de su cultura, entendida como todo lo que incluye el conocimiento, el arte, las creencias, la ley, la moral, las costumbres y todos los hábitos y habilidades adquiridas por el hombre no sólo en la familia, sino también como miembro de una sociedad. Una cultura que permite la existencia de matices, pues también abre paso a la solidaridad, empatía y la construcción de una identidad que se comparte a través del lenguaje visual que no distingue entre clases sociales o nivel educativo, en imágenes que conectan mundos y eliminan las barreras para dar paso a una conciencia común que puede leerse y reconocerse por todos.
En esa conceptualización del fotoperiodismo, y tal como lo hizo Dorothea Lange durante la “Gran Depresión”, Muniello retrata temas de contenido social, influenciada por lo que ve todos los días: marginación, injusticia, falta de oportunidades, pobreza.
“Lo importante es ver aquello que resulta invisible para los demás.” Robert Frank
Jacky Muniello asegura que la fotografía la ha cambiado como mujer, pues le ha permitido conocer lugares que nunca pensó visitar, ver personas que antes no veía en el tránsito cotidiano, recordar momentos compartidos, revivir emociones, sentimientos y también expresar su mirada y visión del mundo. Utilizando la cámara, Muniello construye su historia, la fotografía ha sido su salvavidas ante la incertidumbre del mundo.
Conoce más de sus fotografías en su cuenta de Instagram: @jackymuniello.
_
El fotoperiodismo es una forma de comunicar los problemas que afectan a la sociedad, pero también lo hace la fotografía documental como las fotografías de Ricardo Guzmán que capturan el existencialismo en la vida cotidiana, así como los discursos artísticos a través de las imágenes que te permitirán reconstruir a una sociedad en decadencia.