Era una verdadera reina en el más amplio sentido de la palabra.
Ya fuera en su residencia en Sinaloa, desde la cual dirigía su imperio de drogas, o desde las paredes de la prisión para mujeres en Santa Martha Acatitla, Sandra Ávila Beltrán, mejor conocida como “La reina del Pacífico”, siempre tuvo su arreglo personal como una de sus máximas prioridades. Antes de aparecer frente a las cámaras que le dieron seguimiento durante su detención ocurrida el 28 de septiembre del 2007 en la Ciudad de México, Sandra Ávila Beltrán pedía que la maquillaran y la peinaran. Incluso llegó al extremo de solicitar los servicios de un experto en cirugía plástica para que le diera un tratamiento de bótox en 2011. Por lo menos eso es lo que cuentan las leyendas en torno suyo.
Nada impedía que su imagen de reina resultara afectada. Ni siquiera las acusaciones de cargos por narcotráfico y lavado de activos que la llevaron primero a Santa Martha y después a los Estados Unidos en 2012. En medio de un mundo en el que sólo los hombres “podían” gobernar poderosos cárteles de drogas, ella llegó para demostrar que tenía los arrojos para hacerse cargo de uno de ellos. Una mujer de estas características llamó la atención del novelista español Arturo Pérez Reverte al punto de llevarlo a escribir una novela inspirada en ella: La reina del Sur.
A pesar de haber nacido en un ambiente de narcotraficantes (es pariente de Rafael Caro Quintero, anterior líder del cártel de Guadalajara), Sandra Ávila Beltrán intentó ganarse la vida como periodista; sin embargo, los negocios familiares la empujaron a convertirse en una pieza clave de comunicación entre los cárteles del Valle del Norte en Colombia y el de Sinaloa en México. Un excompañero de universidad declaró en torno a Sandra Ávila Beltrán: «Bajaba súper emperifollada (ostentosa) con muchas joyas. Usaba collares gruesos de oro que estaban de moda en esa época». La carrera de la aludida dentro del narcotráfico fue subiendo hasta convertirse en una figura a medio camino entre el mito y la realidad.
Como bien se sabe, el arresto de “La reina del Pacífico” (actualmente puesta en libertad y sin mostrar signos de arrepentimiento) no ha sido el único acaecido en México que le ha dado la vuelta al mundo. Si de algo sabe el país es de narcos, tiroteos, corridos que glorifican sus acciones y detenciones que han puesto de cabeza el sistema judicial de un país que tiene en el narco uno de sus más graves problemas.
–
“Chapo” Guzmán
A la par de Sandra Ávila Beltrán en cuanto a fama, se halla el tristemente célebre Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, alias “El Chapo” —anterior líder del cártel de Sinaloa y una de las leyendas del narcotráfico en México—. Su fama es incluso internacional debido a muchas anécdotas que rodean su figura, quizá la más escandalosa (o morbosa) fue la de su amistad con la actriz mexicana Kate del Castillo, que se reveló gracias a una serie de entrevistas, mensajes de texto y fotografías que le dieron la vuelta al mundo. Actualmente el narcotraficante aguarda un juicio en Nueva York, adonde fue extraditado en 2017 debido a 17 cargos en su contra por tráfico de drogas.
–
La “Barbie”
Un viejo conocido del mundo de los cárteles mexicanos es Édgar Valdez Villarreal, alias “La Barbie”, quien llegó a ser parte del ahora extinto grupo de Los Negros. Detenido en 2010 en México fue extraditado a los Estados Unidos en 2015. Fue ahí donde se declaró culpable de intento de exportación y distribución de cocaína y de lavado de dinero. Nació en Laredo, Texas, el 11 de agosto de 1973 y ostenta el récord de ser el único ciudadano de los Estados Unidos en estar en la lista de narcotraficantes de cárteles mexicanos por los que el Departamento de Estado ofrecía una recompensa.
–
Carlos Lehder Rivas
Dueño de una isla en las Bahamas (Cayo Norman) desde la cual iniciaba la distribución de cocaína por todos los Estados Unidos en la década de 1980, es conocido por ser uno de los fundadores del Cártel de Medellín y mano derecha de Pablo Escobar. Actualmente cumple una condena en la Unión Americana después de su detención el 4 de febrero de 1987. Tiene el nefasto reconocimiento de ser el primer capo de la droga en América Latina en haber sido extraditado a los Estados Unidos. Acumuló una fortuna cercana a los 3 mil millones de dólares.
–
Gilberto Rodríguez Orejuela
Uno de los pesos pesados del narcotráfico en Colombia fundó al lado de su hermano Miguel el poderoso y temible cártel de Cali. Gilberto representaba la máxima figura de autoridad dentro de la organización: los casi 3 mil miembros acataban sus órdenes y puntos de vista como lo más sagrado. Rodríguez Orejuela se vio obligado a confrontar a Pablo Escobar ante la obsesión del líder del cártel de Medellín por ser el narcotraficante más poderoso de Colombia, dando inicio así a una de las guerras entre cárteles más sangrientas de la historia. Actualmente continúa recluido en los Estados Unidos.
–
Héctor “El Güero” Palma
Después de “El Chapo” Guzmán, Héctor “El Güero” Palma era la máxima autoridad en el cártel de Sinaloa al ser uno de sus fundadores en 1990. También era uno de los capos más sanguinarios que se recuerden en la historia del narco mexicano: llevaba a cabo asesinatos o los ordenaba con igual desenvoltura, principalmente en contra de sus más acérrimos rivales, los Arellano Félix. Sin embargo, la disputa fue de tal violencia que la familia de Palma fue ejecutada, incluyendo a sus hijos de 4 y 5 años. En 1995, el ejército mexicano dio con él luego de un accidente en su avioneta y lo detuvo para extraditarlo a los Estados Unidos en 2007 y ser devuelto en 2016.
–
El “Vicentillo”
Jesús Vicente Zambada Niebla, hijo del “Mayo” Zambada, actual jefe del Cártel de Sinaloa, es una de las últimas “luminarias” en el mundo de los cárteles de las drogas en México. Fue detenido en México en 2009 y al año siguiente extraditado a los Estados Unidos, como pasa con los principales líderes de las drogas. Debido a que colaboró con el gobierno de ese país en proporcionar pistas para la detención de Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, se espera que vea su sentencia reducida a menos de diez años. Al momento de su detención aceptó ser el coordinador logístico del cártel de Sinaloa para el cual importaba droga procedente de Centro y Sudamérica y luego la llevaba a Estados Unidos a través de barcos, aviones, submarinos, trenes, camiones o automóviles.
–
De México a Colombia haz un viaje para conocer la forma en que se vive la cultura del narco en el país sudamericano:
Quinceañeras y strippers: la belleza femenina en el narco de Colombia
‘El Patrón’: la vida de Pablo Escobar en 11 fotografías