Fotografías sobre espiritismo y posesiones en los rituales trans de Asia

Fotografías sobre espiritismo y posesiones en los rituales trans de Asia

Fotografías sobre espiritismo y posesiones en los rituales trans de Asia

Si resguardarte en las viejas costumbres de una religión fuese tu única oportunidad para ser lo que en verdad eres, seguramente lo harías. Creyeras o no en ellas.

En Tailandia, a los médiums espirituales se les conoce como maa khii ; en Myanmar, lo que antes se conocía como Birmania, se les llama nat kadaw. Su conexión sobrenatural o sus prácticas que vinculan con lo divino no son, de hecho, lo que mayoritariamente llama la atención o lo que debe ocuparnos en estas fotografías. Es su evolución histórica y sus consecuencias sociales lo que engrosa a este fenómeno. Según la creencia, cualquier persona puede ser poseída por los espíritus; de acuerdo con la tradición, las mujeres constituían la mayoría de la profesión. Sin embargo, en las últimas décadas los médiums son personajes religiosos cada vez más ocupados por el sexo masculino y éstos, a su vez, se caracterizan por una identidad no conforme con su género.

Myanmar y Tailandia son dos naciones que se han identificado en distintas épocas como regiones de incómoda y conflictiva intolerancia hacia la diversidad sexual. No obstante, en el marco de esta cultura y sus prácticas religiosas, los creyentes han abierto poco a poco su entendimiento hacia el travestismo e incluso se suman a la celebración de su aparecer.

En 2014, la fotógrafa Mariette Pathy Allen realizó su primer viaje a Myanmar y asistió al mayor festival de medios espirituales del país; allí conoció a estos seres espiritistas y se conmocionó no ante sus rituales metafísicos, sino frente a todo lo que esto involucra en términos de sexualidad. Allen observó –y comparte hoy con sus imágenes– que los cultos de ambas sociedades representan y posibilitan en sus actos una aceptación de la variación de género bastante amplia. En contraste con la ausencia histórica de esta aceptación, ahora ciertas comunidades espirituales significan una especie de refugio y maquillaje para el libre desenvolvimiento de la comunidad gay y trans en Asia. La religión en sí se ha convertido en un juego de representaciones perfecto para el ocultamiento y desocultamiento de identidades sexuales.


Transcendents: Spirit Mediums in Burma and Thailand es una serie de 75 fotografías acompañada por los textos y reflexiones de su colaboradora Eli Coleman, profesora y directora del Programa de Sexualidad Humana de la Universidad de Minnesota. Algunas de esas imágenes acompañan este texto.


Coleman explica en un ensayo del libro que recoge estas fotos cómo ambos países han tenido por años un estigma social en contra de las personas homosexuales y transgénero, pero a su vez tranquilizado por el culto y las creencias espirituales. Al respecto, Coleman escribe:

«Ser un médium espiritual triunfa sobre este estado estigmatizado; al menos dentro del círculo de creyentes. En los “espacios seguros” de los festivales nat pwe y fawn phii , la expresión abierta de la vestimenta femenina está socialmente aceptada. Y ciertamente, travestirse para bailar por los espíritus femeninos (principalmente en Birmania) es una actividad aceptada también. … En la vida diaria, los médiums se visten y viven en todos los matices de la expresión de su género (hombres) y la mayoría, si no todos, admite tener una identidad de género femenina en algún grado».



Siguiendo la investigación de Allen, podemos saber que «cuando los médiums son poseídos por un espíritu en particular, entran en trance y bailan durante muchas horas, beben, fuman y aceptan dinero de la multitud de curiosos que pueden unirse al baile. Durante las festividades cuando no se baila, los médiums se sientan en sus carpas bellamente decoradas con altares cubiertos con ofrendas que pueden incluir frutas, flores, latas de cerveza, refrescos, dinero en efectivo, juguetes pequeños y estatuas. La gente entra a la tienda para recibir consejos del Espíritu que ese medio canaliza». Y es entonces en dichas prácticas y ciertos actos que al hombre trans se le respeta en su comportamiento tanto de género como de sexualidad.





Esto no quiere decir, bajo ninguna circunstancia, que la comunidad trans se sume a las prácticas devotas de estos países con la única intención de “ocultar” su comportamiento o tener una excusa para el mismo. Sus creencias pueden, de hecho, coincidir o no en cualquier grado. Lo remarcable no es su convicción política o religiosa al servir como médiums, sino las consecuencias que esto tiene para el resto de los habitantes en Tailandia y Myanmar, considerando primordialmente su cumplimiento de derechos humanos sostenido en su libertad de culto.

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Todas las imágenes le pertenecen a Mariette Pathy Allen y puedes verlas junto al resto de su trabajo en su página oficial.

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