La fotografía extiende lo efímero; salva el instante y evidencia la realidad. Es gracias a la fotografía que se aprende a mirar y a enfrentar, con certeza, que no hay dos caras en el planeta que sean iguales, pues todo tiene su contraparte. Todas las fotografías del mundo forman un laberinto en el que la humanidad se pierde, uno en el que una pared cierra el paso sólo para dar cuenta que las imágenes de algunos momentos de la historia están abarrotadas de significados y que en ellas no hay sitios porque nada le puede ser añadido.
Hay algunas imágenes que hablan por sí solas, y aquí presentamos algunas de las más conmovedoras.
Yemení, una niña israelí de 10 años, festeja la disolución de su matrimonio al lado de un hombre mayor.
Un pequeño, hijo de un miembro del KKK, toca su reflejo en el escudo de un oficial de policía afroamericano, durante una manifestación, en 1992.
Hamid Sardar captura una mujer Chhetri tribal en Nepal, en 2009.
Joven ruanda después de haber sido liberado de un campo de exterminio.
Anna Fisher, astronauta, fue la primer mujer en viajar al espacio. Esta imagen muestra a la astronauta con estrellas en el reflejo de su casco para la portada de la revista Life en 1985.
Una niña afgana sostiene la mano de un soldado americano.
El sargento Frank Praytor alimenta a un gatito de dos semanas de edad durante la Guerra de Corea.
Un manifestante brasileño frente a los disparos durante las protestas contra la corrupción y la brutalidad policial.
Un ciudadano de Corea del Norte se reúne con su hermano de Corea del Sur. La fotografía fue tomada después de reuniones familiares temporales de ambas Coreas.
Un niño cruza una calle de Londres en la década de 1960 con un Bus de dos pisos de juguete.
Parte uno
Parte dos
Parte tres
Parte cuatro