“¿Qué es el amor sino comprender y alegrarse de que otro viva, actúe y sienta de manera diferente y opuesta a la nuestra? Para que el amor supere con alegría los antagonismos no debería suprimirlos, negarlos. Incluso el amor a sí mismo contiene como presupuesto suyo la dualidad (o la pluralidad) indisoluble, en una sola persona”.
― Nietzsche
Estar en una relación amorosa puede tener significados diferentes para cada persona. Mientras que unos buscan apaciguar el tormento de lidiar con la soledad buscando cobijo en otra persona, algunos buscan obtener beneficios y satisfacer necesidades personales a través del otro, sean emocionales, sexuales o de cualquier índole. Encontrar el verdadero sentido de tener una pareja es una tarea difícil que requiere de práctica, múltiples tropiezos y corazones rotos; es un proceso de aprendizaje, de autoconocimiento y de conocimiento del otro; de aceptar nuestra existencia como seres individuales y entender que la finalidad de estar en pareja es únicamente la compañía, encontrar a alguien semejante a nosotros y al mismo tiempo lo suficientemente diferente como para que la relación se convierta en una experiencia enriquecedora en la que podamos crecer como personas. Se trata de desnudar nuestro cuerpo y alma sin restricciones antes los ojos del otro, aun corriendo el riesgo de que nos destacen en mil pedazos.
Amar es conocer al otro sin velos ni máscaras, saber de su pasado, su presente y su futuro, sin juzgar ni reclamar, sólo tendiéndole la mano para hacerle saber que ahí vamos a estar. Amar es confiar ciegamente, aun en la adversidad, depositar nuestra fe como en alcancía sin fondo. Amar es dejar ser, otorgar la libertad, incluso cuando sobran los motivos para dudar. Amar es no pedir y darlo todo sin mirar, es compartir, comprender, escuchar y respetar. En el amor encontramos a nuestro cómplice de aventuras, confidente de secretos y apoyo incondicional; hallamos compañía que nos hace sentir plenos y que hemos encontrado en ellos nuestro hogar. El amor no se trata de piezas faltantes, sino que con las propias y con las del otro se construyan los cimientos para poder edificar; es decir, se trata de complementar.
“Complements” es un proyecto en manos de Leta Sobierajski y Wade Jeffree, una pareja que explora su relación a través de la fotografía con la finalidad de manifestar la compatibilidad entre ellos y cómo se complementan el uno al otro. Con estos retratos, a veces surreales, vulgares o grotescos, Leta y Wade hacen referencia a fotografías ―comúnmente horrendas― de parejas de los años 80 y rinden homenaje a la imaginería de parejas a lo largo de la historia. En esencia, más allá de la estética de las fotos, la pareja busca evidenciar la manera en que se complementan sus diferentes personalidades y cómo convergen en la imagen.
Puedes mirar la serie completa en este enlace.
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