Fotografías retro pintadas a mano de mundos inexistentes

Antes de que las fotografías fueran reveladas a color, algunos artistas se atrevieron a llenar de destellos de vida las impresiones de la realidad, con algunos toques de color aplicados a mano. Aunque el resultado se alejaba de las imágenes que hoy en día conocemos, los colores llenaban de un aura surrealista las imágenes en sepia que exigían ser parte de la realidad y no sólo obras monocromas en sepia o blanco y negro.Shae DeTar, artista plástica y fotógrafa, se inspiró de esta parte de la historia de la fotografía para realizar imágenes surrealistas, que al entrar en contacto con colores fluorescentes y saturados, crean mundos oníricos y alternos. Combinando fotografías y pintura para realizar estas obras retro y fuera de la realidad, su discurso resulta verdaderamente atractivo y novedoso, por hacer collages de la vida moderna, llenos de formas geométricas, colores poderosos y mujeres casi fantasmagóricas. Hace fotografías análogas y digitales, para después añadir capas de pintura para exagerar el color, crear texturas y añadir el elemento de fantasía a la imagen[1].

Los paisajes psicodélicos junto con la inclusión de los colores ácidos nos hacen sentir brevemente que estamos alucinando, nos hacen transportarnos a planetas imaginarios e inexistentes que han salido de la mente de la artista y que nos invitan a recorrerlos para conocer las infinitas posibilidades de la representación.

“Supongo que estoy creando un mundo en el que desearía vivir, o que estoy tratando de crear un momento mucho más atractivo y excitante que el que tengo enfrente”. –DeTar para Rooms Magazine.“Cuando estoy fotografiando, trato de llevar a la musa, a mí misma y al espectador, fuera de la realidad directa. Quizá incluso a un mundo que no exite más, o que nunca ha existido. El pasado siempre está en mi mente, también. Muchos de mis compañeros están tan emocionados en el presente, en lo que está pasando con la ciencia y en el futuro, y si bien yo también creo que todo es increíble, me gustaría cambiar los tiempos en los que vivimos por unos mucho más simples; tal vez, incluso, el mundo de las cavernas. Supongo que debería estar contenta con el mundo en el que vivo, pero no lo estoy”. –DeTar