Texto de: Camila Mata Lara
El consumo de imágenes cotidiano, incluso en el trayecto de despertar y llegar a nuestro centro de estudios o de trabajo, es ya una práctica común, la convivencia con las fotografías ya sea en nuestros dispositivos móviles, computadoras, medios impresos o electrónicos, y desde luego en las vallas publicitarias, es parte de nuestro paisaje y entorno diario.
Por lo tanto, hablar de imágenes ya no es campo de especialistas o de estudiosos y creadores del tema, es asunto de todos, de ahí su trascendencia y motivo de nuestra atención. En la actualidad estamos conectados e intercambiando información a través de imágenes, la fotografía dejó de ser el registro de eventos importantes para convertirse en el registro de nuestra vida diaria.
Así como recibimos constantemente información en formato de imagen, también producimos todos los días. Es por esto que hablar de cultura digital es hablar de una parte de nuestra vida cotidiana y hay que saber con qué herramientas contamos y qué podemos hacer con ellas.
Este entorno parte del conocimiento ya mencionado, de herramientas que se disponen gracias a la tecnología y el uso de las mismas, pero también va más allá de eso. En estos momentos todos vivimos una cultura digital, consumiendo y produciendo información en cualquier formato y comunicándonos tanto con un círculo cercano como con personas en todo el mundo de manera instantánea, abriendo la posibilidad de organización a nivel social para asuntos de importancia mutua, para información a la que podemos acceder en diferentes lugares, para difusión de trabajo principalmente artístico o para mero entretenimiento. Tiene como enfoque principal la interacción entre tecnología y cultura.
Normalmente, cuando se habla de herramientas digitales se piensa e incluso se cuestiona solamente el uso de programas como Photoshop o Lightroom, los cuales funcionan para la post-producción de la fotografía. Aún existe un número importante de personas que por cuestiones éticas, morales o desconocimiento no se siente parte del uso de estas herramientas. Pero va mucho más allá de eso, las herramientas son tanto los dispositivos móviles, los cuales usamos cada vez más, como la manera en que circula la información dentro de ellos. Por lo tanto todos somos parte de este auge digital que se vive y no hay manera de rechazarlo ya que esto genera diariamente un conocimiento colectivo en un espacio que permite circular todo tipo de comunicación.
Según el informe anual: El estado de la banda ancha, entregado en septiembre de este año ante la ONU, se dice que a finales de 2015 se superará la cifra de 7 mil millones de suscripciones celulares, es decir, habrá una penetración mundial de 97 registros por cada 100 personas.
Para 2019 se prevé que la banda ancha móvil sea el servicio de tecnologías de la información y la comunicación (TIC) con el crecimiento más rápido de la historia.
Este uso incrementado de dispositivos nos permite hacer infinidad de actividades a través de redes sociales y aplicaciones, principalmente. Pero las imágenes que producimos día con día pueden tener diferentes propósitos, para algunas personas son de entretenimiento o comunicación instantánea y otras buscan que sus imágenes sean de circulación e incluso almacenamiento.
Sabiendo con que herramientas contamos, la pregunta es ¿cómo puedes manejar esas herramientas digitales de diferente manera según el propósito de la información que estás proporcionando? Para los interesados en la fotografía es difícil saber qué plataforma utilizar o qué estrategia de difusión para que la imagen pueda entrar en un campo más profesional o artístico a diferencia de uno basado en el rápido consumo y rápido desecho.
Según una nota de Laura Poy Solano, publicada esta semana, se menciona cómo en este mismo informe presentado ante la ONU hablan específicamente del uso de teléfonos celulares inteligentes y cómo dominan el mercado de dispositivos móviles. Algunas empresas de telefonía estiman que en 2016 el número de estos aparatos en servicio supere, por primera vez en la historia, al uso de teléfonos básicos o fijos.
Esto nos habla del inminente auge tecnológico que vivimos y seguiremos viviendo, por eso es difícil negarse ante el o concentrarse en los cambios posiblemente negativos que esto provoque a nivel social.
Debemos de saber utilizar lo que tenemos enfrente y sacarle provecho para los objetivos que podemos tener en cuanto a difusión de información tanto recibiéndola como mandándola. Hay distintas maneras de manejar las plataformas y sabiendo cómo hacerlo puede resultar algo realmente útil para nosotros como personas, comunidad y sociedad a nivel mundial.
