“Si te sientes en soledad cuando estás solo, estás en mala compañía”.
Jean-Paul Sartre.
Los seres humanos somos seres sociales por naturaleza. Inconscientemente buscamos tener a alguien con quien reír o platicar, alguien a quien amar, entregar nuestro tiempo y compartir un futuro incierto, pero seguramente más grato por la compañía de alguien valioso. Sin embargo, muchas veces es agradable disfrutar de un momento de soledad y regalarnos un espacio para el autoconocimiento y reflexión que, sin duda alguna, agrega valor a nuestras vidas y nos permite ser un poco más conscientes de quiénes somos y de lo que hacemos aquí.
“Nunca están solos los que están acompañados de nobles pensamientos”.
Sir Philip Sidney
Vivimos en un mundo lleno de regalos, pero últimamente este concepto ha sido utilizado para referirnos a objetos materiales, pero deberíamos detenernos unos momentos a pensar en aquellos que la naturaleza nos ha brindado, creados de manera tan perfecta y espontánea que el ser humano ha podido crearlos artificialmente.
Este principio nos invita a reflexionar con respecto a la noción de respeto y coexistencia, pues somos parte de un delicado equilibrio en el que todos los componentes interactúan para mantenerse vivos y presentes.
Disfrutar de la naturaleza, su espacio y las sensaciones que nos provoca es maravilloso, y si nos damos un momento para conectarnos de manera personal, sin nadie más alrededor, puede resultar en una de las mejores experiencias de nuestra vida.
“La soledad es buena pero necesitas a alguien que te diga que la soledad es buena”.
Honoré de Balzac
La mayoría de las ocasiones en las que alguien se ha propuesto imitar de manera “genuina” algo que pertenece a la naturaleza, ni las herramientas más avanzadas logran el impacto ni la belleza de lo original.
Por esa razón debemos retomar la idea de que somos parte de la natura y por lo tanto, que no hay mejor sitio para disfrutar el espacio propio -físico e interior- que ésta.
La fotógrafa Elizabeth Gadd adoptó esta manera de pensar y la utilizó para crear el “Proyecto 365”.
“La cura más segura para la vanidad es la soledad”.
Tom Wolfe
“Proyecto 365” es una serie fotográfica cuya producción se llevó a cabo todos los días durante un año. En ella, la fotógrafa buscó capturar el encanto de la naturaleza con un mínimo toque de humanidad a través de autorretratos.
Al viajar por distintos sitios junto a su perra Pepper, encontró la inspiración para su trabajo en la paz de los paisajes y espacios compuestos por flora, piedras, arena, agua, nubes y los colores que únicamente la Tierra en su más puro estado puede regalar.
“La eterna búsqueda del ser humano individual es para romper su soledad”.
Norman Cousins
La fotógrafa a menudo se vio obstaculizada por el clima en su labor de capturar el momento perfecto; necesitaba encontrar la luz adecuada, luchar contra el viento que intentaba tirar su tripié, protegerse de la lluvia y soportar el frío con tal de inmortalizar las sensaciones que en ese momento la llenaban.
Elizabeth busca, por medio de este proyecto, contagiar al mundo el respeto por lo natural, la paz y la tranquilidad que solamente se pueden experimentar cuando se está alejado de lo trepidante que puede ser el mundo.
Cuando se toma la consciencia de que somos parte de esta bella creación y que tenemos la oportunidad de regalarnos un momento de reflexión, es entonces cuando logramos conectar con nuestra existencia.
“La soledad a veces es la mejor compañía”.
John Milton
No olvidemos que no necesariamente estar rodeados de gente implica compañía; disfrutar del espacio que nos regala la soledad es bueno para nuestra salud mental, física y espiritual, pues nos ayuda a comprender cosas que ignoramos en el cotidiano y nos apoya en el proceso de autoconocimiento.
El ruido y vertiginoso ritmo en el que vivimos a veces nos ahoga tanto que olvidamos de vivir el presente, por esa razón te compartimos Las 6 lecciones espirituales que aprenderás del aquí y el ahora.