Nikolaj Lund y su fotografía no tan clásica

El término orquesta nos remite a formalidad o seriedad. Los músicos de orquesta se distinguen por su solemnidad a la hora de presentarse ante el público, en su manera de vestir y hasta en su personalidad, quizá por ésto nos es imposible imaginarlos fuera de lo que conocemos y consideramos clásico. No a todos, Nikolaj Lund los imaginó y los fotografió.
Nikolaj Lund es un fotógrafo y chelista especializado en la fotografía de músicos clásicos, pero no desarrolla esta técnica, cargada de un estilo ceremonioso, protocolario ni convencional. El artista se vale de sus conocimientos musicales y su ingenio innato para presentar a músicos de orquesta fuera del escenario, dentro del mar, acostados en la calle o enterrados en la arena.
Originario de Dinamarca, Lund tuvo su primer acercamiento con la fotografía cuando tenía 14 años y desde entonces, y a pesar de haber estudiado por veinte años violonchelo, se ha dedicado a esta disciplina de manera profesional pero sin alejarse de la música, pues ha tomado de ella la inspiración para capturar “momentos musicales increíbles”.
La música clásica es el eje del trabajo de Lund, quien en su fotografía deja ver la majestuosidad y elegancia de la misma pero presenta a los instrumentistas en escenarios que “salpican” al artista, que “entierran” su sobriedad y “esconden su aburrimiento” para que “salten” al arte de la fotografía que permite pasar la luz de la modernidad.
“Nunca pensé que ser músico clásico seria tan cool”. Lund se especializa en la fotografía de músicos clásicos, pero también ha realizado fotoperiodismo así como fotografía de paisaje y documental. Con su arte, busca reinventar el retrato de dichos músicos, fusionando los conceptos ambiente-orquesta para representar a los instrumentistas de una manera más íntima, creativa y original.
“Como músico clásico que soy, ya me estaba cansando de esa percepción conservadora y tradicional de la música clásica”, afirma el artista.
El artista trabaja de cerca con sus clientes.Toma conciencia de su entorno y lo hace suyo para mostrar en sus fotos la energía de la música que da vida a su arte. A Lund nunca le atrajo la idea de hacer las fotografías dentro de un estudio, pues encontraba a un espacio cerrado limitado y poco inspirador: “me gusta estar afuera, expuesto a los alrededores e ideas propias que están determinadas en el acto”.
El trabajo fotográfico del artista rompe con la falsa idea de “cómo se deben hacer las cosas”, su arte es libre visual e ideológicamente. Lund busca momentos decisivos en las historias que cuentan estos músicos, los apropia y los captura en imágenes naturales sin perder la esencia que tiene la música clásica.
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