Una victoria y un cumpleaños. Esos fueron los dos motivos por los que los 12 miembros del equipo de futbol Jabalí, incluyendo a su entrenador, quedaron atrapados en una cueva de Tham Luang en la provincia de Chiang Rai, al norte de Tailandia. La incursión del grupo en la cueva se volvió noticia después de que ésta se inundara gracias a las fuertes tormentas que azotan la zona durante esta temporada.
Desde el 23 de junio, el grupo permaneció atrapado en el interior de la caverna, a la cual ingresaron aún sabiendo que la entrada estaba restringida debido a que se trata de un área con lluvias de monzón, capaces de causar inundaciones desastrosas. Para salvarse del amenazante nivel del agua, los chicos y su entrenador caminaron a lo largo de 5 kilómetros al interior de la caverna hasta que encontraron una roca alta en dónde resguardarse del peligro.
Este domingo, con la ayuda de un grupo de buzos tailandeses e internacionales, se hizo posible el rescate de cuatro de los doce niños que permanecían en la oscura caverna. Después de diez horas de haberlos localizado, los buzos y rescatistas pudieron salvar a los primeros miembros del grupo a través de un terreno que, en algunas partes, impide el paso de tanques de oxígeno debido a su estrechez.
Para este lunes, segundo día de las maniobras, se espera que todo el equipo Jabalí se encuentre a salvo; sin embargo, tanto los rescatistas como los buzos se encuentran luchando contra una situación que no pueden controlar, pues se enfrentan todavía al riesgo de lluvias que, de ser fuertes, podrían poner en riesgo no sólo las vidas de los menores que aún se encuentran dentro de la caverna, sino también del mismo equipo que pretende ponerlos a salvo.
Respecto a los niños rescatados, las autoridades y cuerpos de salud de Tailandia han decidido ponerlos en cuarentena hasta descartar cualquier riesgo de una enfermedad o infección contraída dentro de la caverna en donde, entre otras especies, viven algunos murciélagos que podrían estar ligados con los recientes casos de Nipah –un fuerte virus que está azotando a algunas comunidades asiáticas–.
Mientras el rescate llega, los niños han estado enviando notas para sus padres y los grupos de rescate, asegurando que se encuentran a salvo. Y aunque estos tratan de darle al mundo una imagen de valentía, hay medios como el periódico El comercio que más que ello, ha catalogado su hazaña como un acto de imprudencia que podría incluso costarle la vida al resto del equipo que aún se encuentra adentro de Tham Luang.